Bajo este cielo

vestido de blanco

vestido de azul

vestido de gris

he hollado caminos

vestidos de lluvia

vestidos de sol

vestidos de luna.

Y bajo el mismo cielo

he aspirado

el aroma de la savia

el de la hierba segada.

 

Pisadas sobre pisadas

con el pensamiento herido

con el pensamiento en flor.

La vida ya le ha robado a la rosa

su tiempo de primavera,

con su túnica invisible la muerte,

le ha acaecido.

No, la muerte no duerme, se traspone

simulando en su abrazo

un amor quejumbroso

 

Cosquillea esta brisa

agotada de huellas

Juan de la Cruz, Teresa de Ávila

Gustavo Adolfo, Rosalía… Federico

la mística de vuestra voz

corona la vida