Querida humanidad:

Tenemos un problema. Gobiernos, ONG conservacionistas y las multinacionales más contaminantes, la mayoría del Norte Global, promueven un plan sumamente peligroso. Dicen que ayudará a solucionar la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, pero no lo hará.

En una reunión de alto nivel que se celebrará en Ginebra en unos días, y que está pasando inadvertida, los gobiernos están preparando un acuerdo sobre un plan que tendrá un impacto dramático sobre toda la humanidad.

Quieren convertir el 30% del planeta en Áreas Protegidas. Este plan, conocido como 30×30, supone el mayor robo de tierras de la historia. Afectará a enormes extensiones de tierras pertenecientes a pueblos indígenas, que serán convertidas en reservas y parques nacionales militarizados donde las expulsiones, los asesinatos, torturas y violaciones son rampantes.

En vez de combatir las verdaderas causas de la destrucción medioambiental y enfrentarse a los principales responsables (el creciente consumo excesivo y la explotación lucrativa de recursos liderados por el Norte Global), son los pueblos indígenas quienes sufrirán todo el peso de estas medidas.

Aunque los pueblos indígenas representan alrededor del 6% de la población mundial, sus tierras conforman el 80% de los entornos con mayor biodiversidad del planeta. Ellos, que son quienes mejor y más sabiamente han protegido la Tierra y quienes menor responsabilidad tienen en la destrucción del medio ambiente, son los que más van a perder.

Poderosas organizaciones conservacionistas, conocidas por su terrorífico historial de violaciones de derechos humanos, como WWF y Wildlife Conservation Society, apoyan el plan 30×30. Obtendrán cuantiosos beneficios económicos a través de la gestión de los nuevos parques y de la explotación de las tierras usurpadas para la venta de compensaciones de carbono, una infame estratagema que permite que las empresas más contaminantes sigan contaminando mientras fingen ser ecológicas. No es de extrañar que las mayores multinacionales del mundo también lo apoyen. Esto solo protegerá los intereses de las élites que más contaminan, mientras se sigue destruyendo el clima, la biodiversidad y a las personas más vulnerables del planeta.

Como dijo Kipchumba Rotich, del pueblo indígena sengwer: “La regla de conservación 30×30 (…) verá a más indígenas perder sus hogares, verá a más indígenas perder sus medios de vida, verá a más indígenas perder la vida: millones de personas en todo el mundo”.

Este plan no será devastador solo para los pueblos indígenas, sino para toda la humanidad. Estudio tras estudio han venido demostrado que respetar los derechos territoriales de los pueblos indígenas es la mejor fórmula de proteger nuestro planeta.

Estas decisivas negociaciones para establecer la meta del 30% están en el filo de la navaja: todavía no es demasiado tarde para detener este peligroso plan. Con el objetivo de evitar que salga adelante, Survival Internacional ha declarado el 2 de marzo como el “Día de la Diversidad Humana” para llamar la atención mundial sobre el devastador impacto del 30×30 para toda la humanidad. Sin diversidad humana no habrá biodiversidad.

El 30×30 destruirá las vidas de millones de personas indígenas y otros habitantes autóctonos y dará luz verde a los mayores contaminadores del mundo para que sigan contaminando. No podemos permitirlo. En el Día de la Diversidad Humana pedimos a la humanidad unirnos y actuar, por nuestro futuro.