No han quedado dudas sobre el rol que jugaron las variaciones largas del clima en la estabilidad o decadencia de sociedades del pasado. Esto puede verse en la magnífica obra de Jared Diamod del año 2006 titulada “Colapso”.  Este autor remarca a cinco factores cuya interacción con las sociedades antiguas pudieron llevarlas al colapso o su supervivencia cultural. Algunas de éstas ideas son muy conocidas en las Isla de Pascua, Pitcairn y Henderson, los Anasazi, Mayas, la Groenlandia Noruega,  y otras tantas.

Entre los cinco  factores cuya acción conjunta pueden desencadenar un colapsos figuran:

  1. Deterioro ambiental
  2. Cambio Climático
  3. Vecinos Hostiles
  4. Socios comerciales amistosos
  5. Respuesta de las sociedades a sus problemas.

Fig. 1

El colapso no es el fin de una cultura, es una intensa presión de la naturaleza o del hombre a esta suficientemente importante como para alterar el equilibrio existente. Este genera a su vez la necesidad de un cambio en el paradigma diario de vida o sucumbe. En la modernidad  hemos visto colapsos del Imperio Romano y el ingreso al oscuro período medieval, el colapso europeo durante el período del “Pequeño período de Hielo 1400-1900 o pequeña glaciación”,  el derrumbe de la ex Unión Soviética y sus países satélites y otros tantos que no mencionaré, pero no menos importantes a modo de reflexión.

Por qué me preocupa este tema tiene que ver con lo que observamos actualmente con el clima: Un período de intenso y sostenido calentamiento (ver figura 1 de NASA). Este calentamiento tiene su máxima expresión posterior a 1980 desde que se han observado las temperaturas en el mundo (período instrumental desde fines del siglo XIX). Alguien podría argumentar que este calentamiento de +0.8ºC sobre la norma es insignificante.

Fig. 2

Pero en los últimos meses este Laboratorio Climatológico Sudamericano ha estimado un índice de sequía para la totalidad del Subtrópico  Sudamericano (figura 2), y en ella ha descubierto que el valor central de este índice representado por su tendencia, se ha corrido un 40% en el rango de distribución de probabilidades hacia las sequías!.

¿Qué es esto?, muy sencillo, lo que antes de 1980 era de esperar como un valor hídrico normal (o percentil 50%) se ha desplazado a un valor excepcional (o percentil 90%). Lo extraordinario se ha vuelto normal.

¿Donde? En la banda subtropical, allí donde se ubican los grandes centros de alta presión o anticiclones subtropicales, como producto del descenso de aire en lo que se denomina circulación de Hadley. Frente al

Fig. 3

calentamiento global, más ascenso de aire, nubosidad y lluvias sobre la banda ecuatorial y menos nubosidad y lluvias en la región subtropical. Otra forma de expresar esto es que la circulación atmosférica en la banda comprendida entre 40ºS y 40ºN, un 60% del planeta está alterándose.

¿Como nos afecta? El mismo índice hídrico mostrado para todo el subtrópico se ha discriminado por regiones, I) Chile Central, II) Australia y III) Sudáfrica (figura 3). En ellos se observa que desde 1980 al presente todas estas subregiones tienen una tendencia de las sequías crecientes. Se destaca como máxima expresión de esto lo que ocurre en Chile Central, que no es otra que la de mayor génesis anticiclónica del planeta.

Fig. 4

¿Cómo nos afecta esto en Argentina? a) Pérdida de masa nival en la Cordillera y menores caudales en los ríos cordilleranos. Más al S los ríos Neuquén y Limay han perdido el 20% de los derrames hídricos en 100 años (figura 4) y con ello la caída de la generación hidroeléctirca, b) El decrecimiento sostenido de las lluvias en casi todo el país después de la inundación de Santa Fé ocurrida en el año 2003 (Figura 5). Se ha destacado en este período de secado a la sequía del 2008 donde el país perdió el 33% de su producción granaria. En el Noroeste Argentino, un oasis cercado por desiertos al naciente y poniente, las pérdidas por sequía crecen todos los años y los reservorios de agua para el control hídrico, en todas sus formas caen significativamente poniendo en peligro hasta la provisión de agua potable sobre el continente.

Fig. 5

Dos localidades representativas de las bandas subtropicales donde las sequías y los golpes de calor crecen como Australia en el Hemisferio Sur y Francia en el Hemisferio Norte tienen sus rindes cerealeros en caída o estacionarios desde el año 2000 (Figura 6).

¿Qué hacer? A) No ponerse pesimista y pasar inmediatamente a la acción, B) El agua es oro y hay que cuidar fuertemente este recurso, C) Emprender urgente todo tipo de reservorios ya sean estas como grandes obras o emprendimientos locales, D) Usar tecnologías conservacionistas, E) Incrementar el uso de tecnologías para lograr un nuevo aumento en los rindes agrícolas, F) Educar y concientizar sobre el problema, especialmente en la región continental del país, ahorrar, no derrochar agua, G) Buscar las formas de adaptación de las

Fig. 6

actividades antrópicas a los nuevos ambientes, retornar a la ganadería o actividad forestal en la región semi-árida  central de Argentina, H) Evitar la erosión eólica, I) Evitar la acción de especies invasoras, J) Mejorar los sistemas de regadíos y la superficie beneficiada por ésta, K) Evitar la contaminación, L) Defender la fauna ictícola, etc.

La sociedad debe dar respuesta a estos problemas, el Cambio Climático es una realidad y su tratamiento debe estar en la agenda de todos los sectores.

Juan Leonidas Minetti y Darío Pedro Ovejero. Laboratorio Climatológico Sudamericano-CONICET-Dpto de Geografía-UNT

 

 

 

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