En este estudio, ADEME cifra el costo energético de la escritura y envío de correos informáticos, siguiendo la cadena de producción y distribución. Tras su escritura, el correo viaja a través de los ordenadores del proveedor de internet hasta sus destinatarios últimos. El proceso tiene un costo más o menos preciso de energía, que se multiplica a través de las distintas pantallas, con su propio costo energético (electricidad, etcétera).

Alain Anglade, ingeniero jefe de la ADEME, explica: “Enviar un correo con un fichero adjunto, una foto, un pdf o un documento de otra naturaleza tiene un consumo energético más alto de lo que pudiera imaginarse. Nosotros hemos calculado, de entrada, los costos más evidentes. Sin olvidar el impacto del costo de los materiales utilizados en todo el proceso de transmisión, cuya fabricación también ha consumido mucha energía. Los primeros resultados cifrados dan una idea aproximada del costo creciente que tiene y tendrá la difusión masiva de correos electrónicos”.

La ADEME estima que en la actualidad se transmiten diariamente más de 250.000 millones de correos electrónicos y para el año 2013 esta cifra podría superar los 500.000 millones de emails diarios, de los cuales más del 80% sería spam, producido y distribuido masivamente por robots.

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