En frente a las festividades de fin de año, Navidad y Año Nuevo, desde estos australes lugares del mundo reconocido, les hacemos llegar nuestro saludo.
¿Es acaso este 2022 un año de frustraciones socio-polìticas para Chile, que se abre hacia el 2023 con el rostro de la recesión económica?
Como casi siempre, las caras pesimistas tienen su otro lado del revés.
La frustración política ante la derrota en el plebiscito para la nueva Constituciòn democrática para Chile, tremenda derrota de las izquierdas como no había sucedido desde el golpe de Estado de 1973, nos recuerda, quizá, que los pueblos se compartan casi siempre como no dicen los textos de teoría. ¿Còmo fue que el pueblo mayoritario chileno optò por rechazar el proyecto de Cosntituciòn con legitimidad democrática –y, en la pràctica, aceptar quedarse bajo el régimen de la Constituciòn dictatorial ilegìtima de Pinochet?
Las respuestas sobran, y son en su gran mayoria pura demagogia. Al perecer se trata de que todas unas visiones de la razón de los pueblos latinoamericanos, debe ponerse en acción. Y si no descubrimos, precisamente, argumentos para justificar esta derrota, habrá que ir a pensar comprensiones en otros ámbitos. ¿Hay algo “atávico” en el comportamiento reciente de las mayorìas en Chile? Esto atávico como ligado a pertenencias històricas a la dominación de las oligarquías –con la cual los pueblos parecen sentirse profundamente unidas.
Y si el año 2023 no se viene optimista en tèrminos de las teorías económicas dominante, para ciertas alternativas puede aparecer como fecundo. A la ideología del crecimiento indefinido, ahora se le enfrenta el hecho del estancamiento involuntario. Pero, entonces, estupenda noticia para la Naturaleza del planeta. Menos presión sobre la biodiversidad; menos emisiones de gases de efecto invernadero; menos urgente arrivo del calentamiento global. ¿Què mejor podemos pedir para la Naturaleza para el año 2023?
Quizás las propuestas llamadas del “decrecimiento” tienen el próximo año una oportunidad de manifestar sus beneficios para la humanidad del siglo XXI.
En 2022, las fuerzas socio-polìticas de las izquierdas fuimos derrotadas por las mayorìas ciudadanas del pueblo chileno –allì donde precisamente estábamos convencidos de expresar justo lo que esas mayorìas desean para su existencia histórica actual.
Entonces quizás habrá que ponerse a cavilar acerca del proyecto democrático que le ofreceos a esas mayorías en los tiempos del año 2023. Oportunidad entonces, en el fracaso, de ponerse a levantar, sin alternativas, algún nuevo pensamiento político-cultural que dè sentido a la vida colectiva en el año que inauguramos en días màs.
¡ Abrazos desde los territorios de Chile ¡
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