La OCDE acaba de dar una voz de alarma sobre la situación laboral en España: el elevado paro y el empleo de baja calidad es uno de los motivos por los que la tasa de pobreza infantil llega a un dramático 23,4%, una de las más elevadas del mundo desarrollado. Nuestro país tiene el enderezamiento del mercado laboral como máxima prioridad, y la formación podría ser una de las vías para conseguirlo, a la vista del último informe de la consultora tecnológica Snoop Consulting: el 65% de los niños que han empezado la escuela primaria este curso trabajará en empleos que aún no existen, como «experto y gestor de riesgos digitales, experto en nueva áreas de innovación digital o científicos de datos».

Según dicen los responsables del estudio, «las cifras muestran una realidad ineludible: las nuevas tecnologías y la informática son las áreas de mayor crecimiento y, por tanto, las demandas laborales son cada vez mayores. Ante ese panorama, resulta clave que las instituciones educativas se adapten a los nuevos requerimientos de los niños y aprendan a modificar los programas escolares».

El CEO de la consultora, Gustavo Guaragna, razona: «Si lo pensamos un poco, buena parte del empleo de hoy en día sería el equivalente a no estar trabajando para la mirada de nuestros padres y nuestros abuelos. Ellos tienen una concepción un poco más industrialista. Seguramente, cosas que hoy nosotros consideramos un juego, serán trabajos de aquí a cinco años».

Innovar en formación

La necesidad de preparar a la población desde edades tempranas en materias como programación, algo que lleva demandando desde hace tiempo el filósofo y pedagogo José Antonio Marina en su Libro blanco sobre la profesión docente, es una oportunidad para compensar el desequilibrio mostrado en el último estudio del Foro Económico Mundial de Davos sobre previsión de empleo: se estima que en los próximos cinco años, los progresos tecnológicos puedan crear dos millones de nuevos empleos, pero también podrían eliminar 7,1 millones de puestos de trabajo en todo el mundo. Una tendencia que puede polarizarse aún más con en décadas venideras.

No es la primera vez que expertos apuntan a trabajos futuros que hoy ni imaginamos. Thomas Frey, director ejecutivo del DaVinci Institute y uno de los gurús más recurridos por Google, ya advirtió que «en 2030, más de 2.000 millones de trabajos habrán desaparecido». Esto no significa que no sean repuestos: según Frey, aparecerán nuevas industrias, nuevas necesidades y nuevas tipologías de empleo.

En su blog ha distinguido entre 14 habilidades inéditas y 162 trabajos que hoy no existen, pero coparán el mercado laboral en las próximas décadas, algunos de los cuales coinciden con los nombrados por Snoop Consulting, y tienen mucho que ver con la gestión del Big Data. Está en nuestras manos formar a los niños en estos campos de la era digital y que, cuando formen parte de la población activa, el 23,4% de pobreza infantil no sea más que una desagradable anécdota del pasado.

Luis Meyer