Las onerosas proyecciones en pérdidas y el impredecible saldo de víctimas si no se actúa a tiempo están contenidos en el estudio “La economía del cambio climático en Centroamérica. Reporte técnico 2011″, que fue coordinado por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
“El cambio climático es una seria amenaza para las sociedades centroamericanas por sus múltiples impactos previstos en la población y en los sectores productivos”, dice la primera conclusión del estudio presentado por Julie Lennox, de la sección de Cambio Climático de la CEPAL en México, y por el ministro salvadoreño de Medio Ambiente, Herman Rosa Chávez.
Según la investigación, el reto de adaptación al cambio climático para Centroamérica “es altamente preocupante” porque exige “redoblar esfuerzos para reducir la pobreza, la desigualdad y la vulnerabilidad socioecómica y ambiental”.
Cerca de la mitad de la población de Centroamérica vive en condiciones de pobreza.
En términos fiscales, el impacto del cambio climático constituye un pasivo que “afectará las finanzas públicas por varias generaciones”, advierte el informe.
El estimado del costo acumulado al año 2100 “equivale a $73.000 millones corrientes o $52.000 millones a precios de 2002, aproximadamente el 54% del PIB regional de 2008″, precia el estudio.
En las tres últimas décadas los desastres registran un crecimiento anual estimado de 5% respecto a la década de los setenta. Hay consenso de que el aumento de la intensidad de los huracanes y las tormentas tropicales está asociado al cambio climático.
Los efectos ya observados “confirman que el cambio climático es el mayor fracaso del mercado jamás visto por no internalizar el valor del clima como bien público global”.
“Tenemos alta vulnerabilidad, no podemos quedarnos de brazos cruzados y tenemos que actuar ya”, según declaró Lennox.
La región, manifiesta Lennox, debe adoptar medidas para lograr la seguridad alimentaria basada en la cultura agrícola ancestral del maíz, el frijol y el tomate.
Esos productos, de acuerdo a la experta, se “deben proteger para responder a los múltiples cambios que vienen de precipitaciones y temperaturas”.
Responder a los efectos del cambio climático, según el ministro Rosa Chávez, no se puede hacer con los precarios presupuestos corrientes de los Estados centroamericanos.
“Para nosotros el tema del financiamiento climático es crítico, porque necesitamos que comience un flujo significativo de recursos para catalizar esas transformaciones”, enfatizó.
El ministro advirtió que si la comunidad internacional no apoya a Centroamérica con recursos económicos se tendrá una situación de “creciente ingobernabilidad y de migraciones masivas, porque al final las familias son las que terminan haciendo los ajustes, y ya cuando no es viable la vida en un lugar optan por emigrar y no hay muro ni barrera que les pueda detener”.
A pesar de los esfuerzos que se puedan hacer, el informe advierte que habrá límites en la adaptación al cambio climático con “pérdidas y daños no reparables aun si hubiera financiamiento abundante, especialmente en el escenario de inacción con una economía mundial alta en carbono”.
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