Según las propias palabras de Javier leídas en algún medio: Un guionista no es un poeta, no puede hacer lo que quiera. En cambio, un articulista libre sí puede permitirse ser un poeta, porque su deber es el análisis y la crítica, acertada o equivocada, pero suya. Y, dentro de las licencias literarias, utilizar alegorías y comparaciones que refuercen su opinión.
El estreno de la serie coincidiendo con el debate, basada, como muchos de ustedes saben, en un secreto ministerio en el que sus funcionarios viajan a épocas pretéritas, me lo puso a huevo para exponer la parálisis que sufre el Gobierno español y por ende todos los españolitos de a pie y la falta de visión para que este país encuentre su futuro. No tenía ninguna intención en hacer una crítica a la calidad de la serie; simplemente la utilicé, por lo que pido disculpas a Javier porque pudiese interpretarse como un ataque o un desconocimiento a los contenidos del producto. Nada más lejos de mi intención. Solo trataba de darle un enfoque totalmente original al debate. Por eso mantengo que si él creyó ver una intención retorcida en mis palabras, según otro twitter que me ha dedicado, le respondo que tampoco él ha entendido nada.
En cuanto a la serie, y ahora sí paso a comentar mis humildes opiniones sobre ella, me parece una idea brillante y con un elenco de actrices y actores geniales que podrían dar mucho juego; como dice el propio Javier: ¿Por qué hacer una serie de época si se puede hacer una serie con todas las épocas? Y eso, no lo duden, tiene interés.
Como les he contado vi el primer capítulo y me perdí el segundo porque tenía una reunión para la próxima Feria de libro de Zaragoza. Espero no perderme el siguiente y así tener más elementos para juzgar su calidad y su nivel de entretenimiento. Les adelanto que mi circunstancia de historiador vocacional y escritor de novelas y relatos históricos, me convierten en un posible seguidor incondicional, máxime conociendo los anteriores trabajos de Javier y su condición de historiador. Sin embargo, pretender apreciar todo lo que nos puede ofrecer el serial en un solo capítulo me parece temerario, con el riesgo de incurrir en alabanzas precipitadas o en prejuicios. Habrá tiempo para valorar continente y contenido y ustedes, amables lectores, tendrán oportuna información de la opinión de este articulista.
Por último, quiero invitar desde estas líneas a Javier Olivares para ejercer su derecho a réplica y para contarnos lo que considere oportuno de su serie o de cualquier otra cosa, en esta su tribuna de Otro mundo es posible. En libertad, y con el tipo de parábolas y alusiones que considere pertinentes, pero sin compararnos con el Gobierno, por favor; no tenemos nada que ver.
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