Estas pruebas además de plantearse toda clase de desastres naturales, debían incluir también los efectos de accidentes provocados por el hombre, tales como impactos de aeronaves, ataques terroristas y cualquier otro tipo de acto con interés destructivo.

El mismo día, en rueda de prensa en Bruselas, el comisario de Energía, Günther Oettinger, destacó la importancia de que la Comisión y los Estados miembros hubieran acordado una evaluación ambiciosa e integral del riesgo y la seguridad en las centrales nucleares europeas. Asegurando que las pruebas en los 148 reactores se llevarían a cabo con los estándares de seguridad más elevados y con los criterios y los plazos acordados.

En España, el Consejo de Seguridad Nuclear ha incumplido el mandato europeo y el del Congreso, que apoyó, sin excepción, en sesión plenaria el pasado 12 de abril, la realización a las centrales nucleares el conjunto de todas las pruebas de resistencia, al no incluir el estudio del impacto del choque de una aeronave por accidente o por ataque terrorista, en caso de terremoto, los efectos del cambio climático y sabotajes o ciberataques.

Unos ejemplos:

-La central nuclear de Garoña (Burgos): el titular no ha incluido en su informe final ningún análisis sobre posibles inundaciones internas o incendios.

-La central nuclear de Cofrentes (Valencia): sus titulares no han tenido en cuenta la rotura simultánea de las dos presas de aguas situadas arriba de la central (Contreras y Alarcón). Si ocurriera una situación en la que el nivel del agua superara la cota de explanación (más de 372 m) tendría efectos desastrosos: se inundarían los parques eléctricos que unen la central con el exterior y los edificios que contienen los generadores diesel de emergencia.

Antecedentes:

  • Vandellòs I: el accidente ocurrido en la central nuclear de Vandellòs I ocurrido el 19 de octubre de 1989 se debió a a fallos originales de diseño y no al envejecimiento de las instalaciones. El accidente se produjo por un fallo mecánico de la turbina, que se agravó ante los fallos en la cadena de los sistemas de seguridad. La intervención realizada por los operarios fue definitiva para lograr una evolución favorable del siniestro. El informe final del CSN revela que no hubo escape radiactivo.
  • Incidente radiactivo de la planta de Acerinox en Cádiz: se produjo el 30 de mayo de 1998 en la citada planta, situada en el Campo de Gibraltar. Causado por la fusión accidental de una cápsula metálica en cuyo interior había una fuente radiactiva de Cesio-137. El blindaje de la fuente radiactiva impidió descubrir su presencia  con los detectores manuales utilizados según normas internas de la empresa. La citada empresa tardó mucho tiempo en comunicar en incidente al CSN. Se detectó una nube radiactiva en varios países de Europa.
  • Grave accidente en la central nuclear de Ascó I: se produjo el 27 de noviembre del 2007. Dicho accidente sucedió durante las tareas de limpieza efectuadas tras completar la carga de material fisionable en el reactor. Varios litros de agua y fango contaminados, que habían sido recuperados manualmente mediante bombeo y aspiración, fueron vertidos “por error” cerca de una rejilla de ventilación en la piscina del combustible gastado. La puesta en marcha del sistema de aspersión provocó que el material radiactivo entrase en la rejilla de captación de aire y quedar retenido en los filtros de seguridad. Una incorrecta maniobra de descontaminación favoreció su expulsión fuera del recinto. La contaminación no se detectó hasta mitad de marzo del 2008, cuando ya se habían hallado trazas de contaminación junto a la línea de ferrocarril y en las inmediaciones del Ebro. El escape de radiactividad tuvo una intensidad de 750 veces superior a lo notificado inicialmente por los responsables del complejo atómico.  Tan sólo días después se permitió la entrada al recinto a visitas escolares, para no levantar sospechas. El Plan de Emergencia no se activó por razones meramente económicas. Esto explica que los responsables tardasen 21 días en informar al CSN de la situación. Tras todo lo acontecido el jefe del Servicio de Protección Radiológica fue destituido.

El informe preliminar del consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre las pruebas de resistencia, demuestra que ninguna de las centrales nucleares españolas lograría superar dichas pruebas. Del citado informe se desprende que los titulares de las centrales han hecho un análisis incompleto y poco riguroso.