Para divulgar el informe en el que se exponen las presiones de determinadas industrias a los gobiernos de países clave en la lucha contra el cambio climático, Greenpeace pregunta “de qué pasta están hechos” a líderes como José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, Barack Obama, presidente de Estados Unidos, Stephen Harper, primer ministro de Canadá o Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica. Esta campaña ilustrada con el busto de los diferentes líderes políticos compuesto por los logos de las compañías que aparecen en el informe, pretende recordar a los gobiernos que acudirán a la cita en Durban la necesidad de escuchar a la sociedad y no a los fabricantes del cambio climático.
“Nuestros gobiernos deben escuchar al sector industrial del mismo modo que deben hacerlo con el resto de actores sociales, pero es inaceptable que prioricen los intereses de un reducido grupo de compañías, dándoles acceso privilegiado a la agenda climática nacional e internacional a costa del clima y de la economía de todos. Vivimos momentos históricos en cuanto a voluntad de la sociedad de participar en el proceso político y de involucrarse. Cada vez son más los ciudadanos y empresas que demandan mayor acción climática y los gobiernos no pueden seguir haciendo oídos sordos” ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña Cambio Climático y Energía de Greenpeace.
Greenpeace ha recordado la proliferación de informes que confirman los avances del cambio climático y su relación inequívoca con la actividad humana. Los dos últimos documentos publicados al respecto han sido el informe del IPCC sobre la relación del cambio climático y el empeoramiento de los fenómenos meteorológicos extremos y el de la Agencia Mundial del a Meteorología presentado hace unos días, en el que se documenta un nuevo récord de emisiones en 2010 Según la organización ecologista, este es el motivo de la creciente preocupación de la sociedad por el clima, puesta de manifiesto en varios estudios recientes.
“Estamos asistiendo a la continua publicación de informes que no hacen más que demostrar que el cambio climático y los desastres que se le asocian son causa de la actividad humana y que es urgente actuar. No hacerlo a estas alturas y con estos niveles de consenso científico es asumir la responsabilidad de los daños que este fenómeno provoque. Ha llegado el momento de que los gobiernos decidan y demuestren, así, de qué pasta están hechos” ha concluido Vila.
Greenpeace establece las siguientes demandas para la cumbre climática de Durban:
- Fijar el pico de emisiones globales en 2015 y el plan de trabajo para alinear las reducciones de emisiones y la ciencia.
- Asegurar la supervivencia del Protocolo de Kioto y acordar un mandato para alcanzar un acuerdo global legalmente vinculante.
- Establecer cómo van a hacerse efectivas las aportaciones financieras hasta alcanzar los 100.000 millones de dólares anuales comprometidos para 2020.
- Aprobar el mecanismo de lucha contra la deforestación, con las salvaguardas necesarias y una ventana específica de financiación.
- Operativizar los mecanismos que gestionen las necesidades de adaptación y transferencia tecnológica.
- Asegurar transparencia en la rendición de cuentas y monitoreo sobre las acciones llevadas a cabo en el marco del proceso de negociación climática internacional.
- Garantizar la transparencia del proceso de negociación en sí y la participación de la sociedad civil.
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