Como decimos, Puerto Rico pasó a ser territorio estadounidense, logrando el establecimiento de un gobierno civil electo y una atípica ciudadanía estadounidense con las leyes de Foraker en 1900 y Jones–Shafroth en 1917.

Posteriormente Puerto Rico mantuvo su estado político de “territorio estadounidense no incorporado” con el establecimiento del estado libre asociado en 1950.

“Aunque todos los puertorriqueños cuentan con ciudadanía estadounidense desde 1917, no gozan de todos los beneficios y derechos que esto conlleva para los estados y los territorios incorporados.

Por años, esto ha sido causa de múltiples cuestionamientos en cuánto a qué tan estadounidense es Puerto Rico, pues como territorio debe cumplir con ciertas responsabilidades, pero no tienen la libertad de elegir al presidente de los Estados Unidos ni cuentan con representación con poder de voto en el Congreso.

Por el contrario, los residentes de Puerto Rico, que se convirtió en territorio estadounidense en 1898 después de la Guerra Hispanoamericana, sí pueden elegir a su gobernador y a los miembros de la asamblea .

Christina Duffy Burnett y Adriel I. Cepeda Derieux de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia explican en el artículo “ Los Casos Insulares: Doctrina desanexionista ” que los Casos Insulares de 1901 fueron “las decisiones del Tribunal Supremo de Estados Unidos que establecieron que la Constitución sigue a la bandera a las islas anexadas por Estados Unidos luego de la Guerra Hispanoamericana”.

De acuerdo con los expertos de la Universidad de Columbia, los Casos Insulares “le prestaron autorización judicial al programa imperialista estadounidense” al otorgar pocas protecciones constitucionales a los nuevos territorios a la vez que les negaron la promesa de estatidad .

En 1901, durante la administración del Presidente William McKinley, el Tribunal Supremo examinó el estatus constitucional de los territorios e introdujo la doctrina de la incorporación territorial por medio de los Casos Insulares. Con esto, se crearon dos tipos de territorio: aquellos que formaban parte del país y habían sido incorporados, como el Distrito de Columbia, y aquellos que no habían sido incorporados y simplemente pertenecían a Estados Unidos, como Puerto Rico.

Burnett y Cepeda mencionan que “al relegar a los territorios no incorporados a una zona extra-constitucional y negarles la promesa de eventual admisión, la doctrina de incorporación territorial le dio al Congreso flexibilidad sin precedentes para gobernar las nuevas colonias” y agregan que se reconoce que los Casos Insulares permitieron la creación de un imperio colonial cobijado por una democracia constitucional .

Además, los Casos Insulares mencionan que como dichos territorios están “habitados por razas extranjeras, que difieren de nosotros en religión, costumbres, leyes, impuestos, y modo de pensamiento,” el gobierno federal podía mantenerlos como su propiedad sin tener que proveer los beneficios políticos económicos que van de la mano con la incorporación. Aunque se estableció que sólo sería de manera temporal , la situación ha cambiado poco o nada más de un siglo después.”

Fuente eluniversal.com.mx

Como puede verse, el trato que Estados Unidos le da a los habitantes de Puerto Rico es cuestionable, y es por ello que entre las opciones de futuro que están surgiendo en la isla se encuentre la de la Reunificación con España, ya que la obligada firma del tratado de París dejó a 793.632 españoles en un limbo legal que perdura hasta nuestros días (población de la isla según el último censo elaborado por España en 1887).

En la actualidad, los descendientes de aquellos españoles son ya 3.268.889 habitantes.

Según las últimas encuestas realizadas a la población puertorriqueña, la opción de la reunificación ha surgido con fuerza y en un breve período de tiempo ha pasado de no existir, a ser la opción preferida por el 16% de la población.

Es evidente que hoy en día definir como españoles a los puertorriqueños puede ser un simple recurso periodístico, y que convertirse Puerto Rico en la décimo octava Comunidad Autónoma española y tener la consideración de Región Ultraperiférica de la UE es un objetivo muy complejo y que necesariamente implica a Puerto Rico, Estados Unidos y España.

Pero la democracia es eso, es dar la voz al pueblo y obrar en consecuencia.