Realizó sus estudios en Wellesley College. Tuvo un expediente académico brillante y fue una estudiante con liderazgo. Durante su graduación pronunció un discurso en el que destacan palabras como éstas: “el desafío ahora es practicar política como el arte de hacer lo que parece imposible”. Hillary, desde joven, apuntaba alto.

En 1969 la joven Hillary entra en el colegio de abogados de Yale. Se matriculó en la Universidad de Yale para estudiar la carrera de leyes. Allí entra en contacto por primera vez con Bill Clinton, que “parecía un vikingo”. En aquel entonces, el joven Clinton llevaba barba y tenía una espesa melena rojiza. Narra Hillary que “cada vez que lo veía no podía dejar de mirarlo y él tampoco me quitaba los ojos de encima”. Así que Hillary se acercó decididamente a Bill y le dijo que si se iban a seguir mirando lo mejor sería presentarse. Entonces empezaron su relación.

Así que Hillary se acercó decididamente a Bill y le dijo que si se iban a seguir mirando lo mejor sería presentarse. Entonces empezaron su relación

fotoDurante estos años fue contratada por la Children’s Defense Fund como abogada del personal. Cuando en 1973 finalizó sus estudios pasó a dirigir el consejo de administración de este centro. Un año después se instala en Arkansas para impartir clases de derecho en la Universidad del Estado

Hillary contrae matrimonio con Bill Clinton en 1975. Enseguida abre su despacho de abogados. Se concentra en su nueva faceta profesional y se especializa en la violación de patentes y de la propiedad intelectual. Su ilusión por tener hijos se materializa en 1980 con el nacimiento de su hija Chelsea. Se dedica de lleno a su despacho hasta 1992, momento en que Clinton se presenta para la campaña electoral para la presidencia de Estados Unidos.

Ve con satisfacción como su marido se convierte en presidente de Estados Unidos. Una vez que Bill Clinton accedió a la presidencia de Estados Unidos, le reservó a su esposa un puesto en una comisión especial para la reforma de la sanidad, que representaba uno de los objetivos prioritarios del presidente. Sin embargo, esta comisión no logró aplicar su plan y el informe que presentó quedó archivado.

La primera dama estadounidense propinó una gran bofetada a su esposo cuando el presidente le confesó que había tenido una relación íntima con la ex becaria Mónica Lewinsky

Poco después Hillary Clinton se vio envuelta en un caso de fraude inmobiliario, que los medios de comunicación bautizaron como el “Whitewater”. No obstante, esta situación no impidió que su marido volviera a salir vencedor en las elecciones de 1996. Durante este tiempo Hillary escribe semanalmente una columna en un prestigioso periódico; para ello se basaba en sus experiencias como primera dama y en su visión de las mujeres, los niños y las familias.

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fotoLa imagen de matrimonio perfecto que se esforzaron en transmitir los inquilinos de la Casa Blanca cayó en picado por los desmanes de su marido. Durante su segunda legislatura, Bill Clinton se vio envuelto en un escándalo sexual al haber estado relacionado con Mónica Lewinsky, una becaria de la Casa Blanca. La primera dama estadounidense propinó una gran bofetada a su esposo cuando el presidente le confesó que había tenido una relación íntima con la ex becaria Mónica Lewinsky, según el autor del libro “Bill and Hillary: The Marriage”. La escena ocurrió cuando Clinton sabía que toda la relación se confirmaría cuando se conocieran las pruebas de DNA que verificaban como suyo el semen encontrado en el famoso vestido azul de Lewinsky.

Lo que más dolió a los seguidores de Clinton, y a los estadounidenses en general, fue el hecho de sentirse traicionados por las mentiras del presidente. Clinton siempre había afirmado que no había tenido relaciones sexuales con la becaria y luego se descubrió que sí lo había hecho. Esto estuvo a punto de costarle el puesto de presidente.

Pero a quien más le dolió fue a Hillary, la amante y perfecta esposa de Bill Clinton. Hillary en su famoso libro “Living History” manifiesta lo que piensa del tema. Al recordar el momento en el que Bill le contó la verdad, Hillary comenta: “Quise retorcerle el pescuezo” y continúa “me quedé sin respiración pero empecé a gritar y a chillarle: ¿Qué quieres decir? ¿Qué estas diciendo? ¿Por qué me mentiste? Estaba furiosa y mi furia crecía por momentos. El simplemente decía una y otra vez “los siento, lo siento”.

Superada la crisis decidió seguir con su marido porque “nadie me hace reír y me comprende como Bill”

Hillary no lo pasó bien durante toda esa época. Al igual que tampoco lo pasó bien Bill Clinton, sometido a una constante presión mediática. Afirmó que “fue una época muy difícil y solitaria”. Confesó que “no le hablaba porque no tenía nada que decirle. Estaba enojada y decepcionada… a esas alturas Buddy, el perro, era el único de la familia de hacer compañía a Bill. Aquellos fueron días de profunda tristeza, decepción y enfado. Fundamentalmente no hablaba con Bill y cuando lo hacía era una bronca”

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fotoSin embargo, superada la crisis decidió seguir con su marido porque “nadie me hace reír y me comprende como Bill”.

Cuando finalizó el mandato de su marido, Hillary retomó su carrera política. Con su esposo a su lado y unos 11.500 demócratas apoyándola, Hillary recibió el nombramiento unánime al Senado Estadounidense de Nueva York. Actualmente detenta un cargo en el Senado de Nueva York. Dedicó especial atención a las familias y la infancia.

Para muchos el famoso libro de Hillary no es más que propaganda electoral enmascarada. Se dice que lo escribió pensando en su candidatura a la presidencia de Estados Unidos. Pero más allá de ello, varios críticos de su libro dicen que en éste no se aprecia el más mínimo amor por su marido. Más de uno afirma que es una mujer dura, mandona y capaz de hacer lo que sea con tal de conseguir lo que quiere. Por ello, la gente se pregunta que si el seguir con Bill Clinton es matrimonio o conveniencia.

“La vida no es como probarse vestidos. No hay una segunda oportunidad” es la que mejor resume la personalidad de esta mujer poderosa prudente que ha sabido mantener el timón hacia su objetivo

En cualquier caso, merece la pena leer cualquiera de las veinte biografías que circulan sobre la aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos (“Hillary Clinton, the inside history”, de Judith Warner; “The Clintons of Arkansas”, de Ernest Dumas; “Hillary, Her true story”, de Norman King, la biografía que sobre Hillary escribió Nuria Ribot), o, el Mi vida, de Clinton, para percibir la realidad de su vieja vocación y ambiciones. Y para entender que la que fue primera dama, durante doce años de Arkansas, durante cinco de Estados Unidos, nunca renunció a su premisa de “Eres quien eres y no con quien estas casada”.

Pero la frase de Hillary Rodham, como le gusta ser llamada actualmente, “La vida no es como probarse vestidos. No hay una segunda oportunidad” es la que mejor resume la personalidad de esta mujer poderosa prudente que ha sabido mantener el timón hacia su objetivo.

Ahora sí, lo que nadie puede negar es que Hillary Diane Rodham ha llegado a representar una apuesta seria para la presidencia de Estados Unidos. Ha conseguido materializar la opción más destacada que ha tenido una mujer para ocupar la Casa Blanca, y no como primera dama. “Hillary 2008” tiene su atractivo en el electorado norteamericano.