Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (en adelante ODS), sucesores de los Objetivos del Milenio, fueron adoptados por la Asamblea General de Naciones Unidas en 2015, tras la celebración de la Cumbre del Desarrollo Sostenible en Nueva York (EEUU) en la que aprobaron lo que se conocen como la Agenda 2030.

Los marcan la hoja de ruta para lograr, de aquí al año 2030, un desarrollo sostenible de forma integrada, equilibrada, indivisible, de alcance mundial y de aplicación universal. Estos 17 objetivos, que integran 169 metas, se sustentan sobre los tres pilares del desarrollo sostenible: las tres dimensiones del desarrollo sostenible: el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente.

Los ODS giran, a su vez, en torno a una premisa: colocar la protección del Planeta en el centro. Todos y cada uno de los ODS, aunque, a priori, en determinados casos no tengan una aparente relación directa con esta premisa, han sido diseñados y estructurados de manera que, en las pautas marcadas para lograr su consecución, se empleen todas las herramientas necesarias para lograr un Planeta más próspero sin comprometer a las generaciones futuras.

Los 17 ODS son los siguientes:

  1. Erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
  2. Poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible
  3. Garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos para todas las edades
  4. Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos
  5. Alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas
  6. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos
  7. Asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos
  8. Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos
  9. Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación
  10. Reducir las desigualdades entre países y dentro de ellos
  11. Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles
  12. Garantizar las pautas de consumo y de producción sostenibles
  13. Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos (tomando nota de los acuerdos adoptados en el foro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático)
  14. Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para lograr el desarrollo sostenible
  15. Proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación y detener y revertir la degradación de la tierra, y frenar la pérdida de diversidad biológica
  16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles
  17. Fortalecer los medios de ejecución y reavivar la alianza mundial para el desarrollo sostenible.

Por tanto, podemos recoger en tres grandes bloques a los ODS:

  • Los que centran en la lucha contra la pobreza en todas sus formas;
  • Los relacionados con los compromisos ambientales;
  • Los que están relacionados con el buen gobierno y la promoción de la convivencia pacífica.

A la vista de estas consideraciones, cabría ahora plantearnos, qué relación y en qué manera nos puede ayudar la implantación de un modelo de economía circular a lograr los ODS. Pues bien, aunque dentro de los objetivos…

Para lograr los ODS es necesario desarrollar un modelo que garantice el crecimiento económico, que sea eficiente en el uso de los recursos y capaz de hacer frente a los desafíos medioambientales a los que debemos enfrentarnos. Este modelo existe, y es la economía circular.

Economía circular y desarrollo sostenible son dos fenómenos diferenciados, pero estrechamente vinculados. El papel de la economía circular en la consecución de los ODS es fundamental, pues cuando hablamos de desarrollo sostenible, hablamos de desarrollo económico justo, igualitario, respetuoso con el medio ambiente y garante con la diversidad cultural y eso es, en suma, similar a los pilares y principios de la economía circular. Un sistema como la economía circular, en el que la idea de los residuos se elimina, en el que se optimizan al máximo los recursos naturales y en el que se fomenta el comercio justo y la responsabilidad social corporativa, es un sistema en el que se crean nuevas oportunidades de empleo, en el que se reconoce el valor del medio ambiente, y en el que los derechos de los trabajadores y productores son respetados. Esto es, en definitiva, lo que persiguen los ODS.

No obstante, el mero hecho de que exista este modelo económico, no significa tampoco que debamos considerar que el camino está hecho y que los ODS puedan darse por conseguidos. Es necesario seguir trabajando a todos los niveles institucionales, así como una mayor implicación de la sociedad civil, para que podamos lograr las metas que se han marcado. Aunque parezca mentira, dado el constante bombardeo mediático, muchas veces pesimista e, incluso, apocalíptico, el mundo es hoy más justo, más pacífico y más igualitario que nunca, la pobreza se ha conseguido reducir de manera significativa y, aunque todavía en menor medida de lo que se debería, las políticas ambientales y conservacionistas que se han ido adoptando a diferentes escalas, han conseguido, igualmente, en algunos casos, atacar a problemas medioambientales concretos.

La extrema pobreza, la mortalidad infantil, el analfabetismo y la desigualdad global están en mínimos históricos; mientras que las vacunaciones, la educación básica, incluidas las niñas, y la democracia están en sus máximos. La integración económica, la cooperación internacional y el desarrollo de nuevas tecnologías que permiten conectar y acercar opiniones y personas de muy diversos orígenes, han conseguido crear un mundo mejor. Aunque el mundo ha mejorado y va avanzando poco a poco, todavía queda mucho por cambiar, por lo que definir metas como los ODS es muy necesario, al igual que desarrollar modelos y políticas que nos permitan lograrlos.