Me gustaría hablar de esa piedra que llevas en el zapato con tanto cariño… todos llevamos la indignación y la bronca entorpeciendo el camino de la felicidad, todos fuimos educados y masacrados a palos por la misma sociedad que pide a gritos un cambio, pero que se acurruca al calor de su piedra.
Mi apreciación es que son pocos los que mantienen activas las fábricas de la ignorancia, haciendo que la gente se mantenga vendada y enojada hacia sus pares vendados; que no son bien dirigidas las protestas, es más, ni siquiera hay que protestar, la cultura de la protesta es parte del sistema ignorante que nos mantiene vendados sin poder ver la realidad tangible del cambio. Solo hay que echarse a andar y hacer, así de simple y así de engorroso…
Protestamos a los gobiernos sin tener en cuenta sus cegueras. No habiendo título en el mundo que te haga recibir de sabio, está de más decir que si los círculos o estratos sociales que tienen las condiciones para acceder a los cargos políticos creen que tienen a su alcance la solución de todos los males, están más equivocados que los que sentimos adoración por la piedra… Solo uno mismo con su bendita conciencia puede ser sabio, escuela para esto no hay, solo las ganas de llegar y que le sirva al resto, pues la sabiduría no compartida es idiotez guardada.
Otros dirán a gritos: “La corrupción es consciente de lo que hace”, nadie lo niega, son conscientes dentro del bando que eligieron, como los religiosos, los futboleros, los adictos a la música, los que actúan caridad, los que compran un ideal ficticio, los que aman su tarjeta de crédito, los que están a la moda… El simple hecho de pertenecer nos hace miembros de facciones que directa o indirectamente pueden joder al otro, te molesta la corrupción porque es un bando que te jode por demás, te jode más que los chicos que mueren de hambre a diario porque te afecta directamente.
Quedarse tranquilo esquivando todos los bultos que la sociedad nos pone entre las piernas no es solución, tratar de hacerse una vida lejos de la impotencia y la tristeza de no poder cambiar nada, tampoco… Si quieres ver que hay detrás de la piedra tendrás que aletear y remontar vuelo, bien lejos de todas esas quejas que no te dejan ver el panorama. Volar es eso, tener alas dentro de la sociedad, es ver las cosas tal cual son, sin deformaciones estúpidas ni olor a verso, sin el apocope de palabras raras para definir el síndrome del caos social, de la ceguera… Vuela, carajos, vuela… que nos estamos necesitando más que nuestras propias vidas para poder seguir respirando, el mundo se achica y la infamia se nutre de tu queja. No le des más de comer, tus alas son la solución y tirar el lastre de la piedra que te acompaña, o el mundo humano terminará en las sombras en plena luz del día.
(que hacer… depende de ti de mi y de todos, sin sabiduría ni conciencia global no habrá cambios, seremos comida de parásitos por los siglos de los siglos venideros, la luz al final del camino debe ser prendida por todos… y sí que importa como debemos prenderla, importa mucho)
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