El caso es que la noticia del día es la Batalla de Madrid. La vergonzosa situación dada en Murcia, con la postura de los tres trásfugas de Ciudadanos vendidos a las manipulaciones del Partido Popular, ha sido la mecha que ha hecho estallar Madrid.

Hasta el vicepresidente del gobierno ha tomado cartas en el asunto y dimite para enfrentarse a la presidenta Ayuso. Luego hemos podido, a falta de fallas, contemplar la plantà de Más Madrid a las intenciones de Pablo Iglesias de acudir juntos a los comicios del cinco de mayo o la tocata y fuga de Toni Cantó, en busca del partido perdido. No me dirán ustedes que no es todo un espectáculo.

De esa película, que no serie de Neflix, veremos muchos tráilers y asistiremos a su estreno y apoteosis una noche de mayo. En ella, dadas las características del personal, constataremos el mutis por el foro a Ciudadanos y presenciaremos con sorpresa que Vox sigue creciendo. Es curioso, sin hacer nada, sin aportar nada, sin tan siquiera ensuciarse las manos, desde sus trincheras –nunca mejor dicho–, conseguirán arrebatarle algunos escaños al PP, pese a que Ayuso reivindica para ella misma al fascismo.

Dicho lo dicho, la izquierda se presenta dividida, y la derecha también. Todos aspiran a gobernar la comunidad de Madrid, obviando el momento y la oportunidad. Cambiarán unos cuantos de chaqueta, saldrán eslóganes de lo más pintorescos, contemplaremos mítines con o sin mascarillas y se obsequiaran con insultos varios; todo, para que sigamos entretenidos y pegados a la pantalla. Sin embargo, la gente se va cansando, no de acudir a las urnas, sino de hacerlo para satisfacer egos y tapar malas gestiones.  Por eso auguro un final inesperado, un The End que puede sorprender a más de uno… o de una.

La Batalla de Madrid no ha hecho más que empezar, esperaremos hasta ver, a falta de otros mejores, los títulos de crédito finales.