Bajan a la tierra
sin alas a la espalda
son niños especiales
que no pueden correr,
ni hablar correctamente
pero su sonrisa ilumina
toda la estancia.
Niños con enfermedades raras
que la ciencia aún no sabe
como curarles.
Niños llenos de luz
que regalan abrazos
que derriban murallas.
Ángeles niños,
niños ángeles
que suben al cielo
a temprana edad
para jugar en el Edén
y no sentir dolor nunca más.
Y desde allí,
cuidan de sus familias
y les visitan todas las noches
cuando están dormidos.
Les dan muchos besos
y dibujan en su cara
una sonrisa.
Almudena María Puebla es miembro de la Asociación de Escritores de Madrid.
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