Desahuciaron a tus vecinos
y cerraste puertas y ventanas.

Recortaron en Sanidad Pública
y reforzaste a tu aseguradora sanitaria.

Abandonaron a dependientes
y declaraste la independencia de tu marcha.

Anularon los derechos laborales
y te sindicaste en el “debe” por el nada.

Desvalijaron la Escuela Pública
para pagar tu enseñanza privada.

Levantaron fronteras contra el mundo
y elevaste los muros de tu casa.

Condenaron a los pensionistas
y vegetaste sus pensiones “jubiladas”.

Violentaron y asesinaron a las mujeres
y dijiste que «lo del género» era una farsa.

Insultaron y agredieron a homosexuales
y exigiste acabar con esa lacra.

Abrieron las fosas de la memoria
y tu recuerdo quiso pasar página.

Medio ambiente enfermó de cambio climático
y vomitaste un gol por tu garganta.

Eliminaron los servicios sociales
y te pusiste al servicio de “su patria”.

Saquearon las arcas públicas
y rompiste tu hucha por “su causa”.

Manipularon la información
y elevaste a los altares su pantalla.

Castigaron la libertad de expresión
y callaste en el silencio de las masas.

Silenciaron tu voz y tus latidos
y gritaste enloquecido su proclama.

Reprimieron a todos los rebeldes
y aceptaste “rebeldía” como amenaza.

Permitieron gobernar a los corruptos
y premiaste con tu voto a sus arcas.

Una patria es un estado de personas solidarias, comprometidas y humanas.

Un estado es un conjunto de derechos, de justicia, igualdad y democracia.

¿Cuándo ondearán todas las banderas contra las miserias de todas las calañas?

¡Patriotismo de trapos y de porras!
¡Nacionalismo de estandartes y estacadas!