¿Me oyes?
¿Puedes oír mi voz?
Mis gritos me ahogan.
Estoy aquí…,
tras puertas cerradas
y condenadas ventanas.

¡Escucha el susurro de mi voz!

No puedo salir,
no te puedo encontrar,
cortaron mis alas.
Quisiera tanto poder volar,
pero tengo miedo, mucho miedo
y permanezco aquí,
casi inmóvil, en mi jaula dorada.

Búscame amor en las simas del mar y
escucha pacientemente al elocuente silencio.
Él te guiará hasta mis profundidades,
hasta lo más íntimo de mis pensamientos.

Libérame amor.
Rompe mis cadenas
y devuélveme las alas para poder volar,
para encontrarme contigo.

Sigue al silencio,
él te esta esperando,
mientras… yo sigo aquí,
atrapada en mi jaula dorada,
tras puertas cerradas
y condenadas ventanas.