Mis noches son de luz y amor
aunque no haya
luna ni estrellas.

Mis días son de igual contención
porque ando alejando
su ego esbozo ruinoso.

Mis noches caen a sus pies
recordando los míos
después de amarte.

Mis días son afanosos
entre cuadernos
de líneas de trabajo.

Mis noches son pesadillas
hechas en una realidad perdida
para no caer en ellas.

Mis días son avasallados
por un ritmo cardiaco
de amor sin lamento.

Noches y días destacan en mí,
como el sol y la luna
destacan al salir.

Autora: Lucía Pastor