La minería metálica nos la han impuesto en Panamá los enemigos del pueblo Panameño:

  • La Oligarquía Criolla corruptora, en asociación delictiva con
  • Todos nuestros Gobiernos post dictadura corruptos, representados por los Presidentes,
    Gabinete de Estado y Asamblea de Diputados “traidores» a los Panameños, a nuestra ecología y a la Patria panameña”, a los que pagamos jugosos sueldos para que nos traicionen.
  • Poderes del Estado Panameño: Ejecutivo. Legislativo y Judicial, arrodillados a los empresaurios de la megaminería, panameños y extranjeros, que han actuado como enemigos de Panamá por lo tanto son personas indeseables que los queremos fuera, lejos de Panamá con sus empresas tóxicas, que destruyen nuestros ecosistemas.

Fuera de Panamá y de la Administración Pública los malos hijos de nuestra patria.

Nuestros enemigos son personas no gratas que deben abandonar suelo panameño para evitar continúen haciéndonos daños ecológicos y económicos, al promover y participar del robo al Estado Panameño y por consiguiente a los panameños, de los cuales más del 50 % vieven en la pobreza. Pero además nos traen más evasión fiscal e impagos a la Caja del Seguro Social, los que suman más de $10,000,000.000 (diez mil millones de dólares) por año.

Con la presencia impositiva de la minería por las empresas mineras donde predomina First Quantum, Panamá se ve reducida nuevamente a un Estado colonial. El primer colonialismo nos lo impuso el Imperio Español desde la llegada de los Colonizadores Cristóbal Colon y los que le siguieron. Colonialismo español del que nos liberamos con la Independencia de Panamá de España el 21 de Noviembre de 1821.

El Segundo colonialismo nos lo aplicó el Gobierno de Estados Unidos cuando Panamá cede el territorio, aguas y espacio aéreo para construir el canal de Panamá en el que Estados Unidos constituyó su otro Estado la Zona del Canal EE.UU. Mediante el Tratado Hay-Buneau Varilla el 18 de Noviembre 1903.

Dada su ilegalidad fue denunciado por Julio Yao.

Todas estas violaciones al Derecho Internacional nos dieron las razones y fuerzas para las luchas sacrificios y martirios de los panameños que dieron sus frutos cuando recuperamos la soberanía y el territorio de la Zona del Canal, nos liberamos del colonialismo imperial de EE.UU. el 31 de Diciembre de 1999.

Los panameños sabemos liberarnos de los que nos colonizan.

Hoy vivimos el peor de todos los colonialismo, el de la destructiva, tóxica y ecocida megaminería, impuesto por empresas leoninas como minera Panamá que, en asociación delictiva con First Quantum, nos impone la guerra no declarada, unilateral, que todo los destruye y contamina a su pasos con su ecocidio y amputación ecológica irreparable, además nos trae conflicto pueblo-gobierno violadores de la constitución Política, Actividad que nos imponen de manera dictatorial violando nuestros Derechos Humanos y la Constitucional Política que con su Régimen Ecológico que nos brinda el Derecho que tenemos los panameños de vivir en un ambiente sano y libre de contaminación, en donde el aire, el agua y los alimentos satisfagan los requerimientos del desarrollo adecuado de la vida humana, tal y como lo establece al ARTÍCULO 118 de la Constitución Panameña en su Régimen Ecológico.

La Minería metálica Viola la Constitución Política ARTICULO 119.

«El Estado y todos los habitantes del territorio nacional tienen el deber de propiciar un desarrollo social y económico que prevenga la contaminación del ambiente, mantenga el equilibrio ecológico y evite la destrucción de los ecosistemas».

La Megaminería También Viola El ARTÍCULO 120.

«El Estado reglamentará, fiscalizará y aplicará oportunamente las medidas necesarias para garantizar que la utilización y el aprovechamiento de la fauna terrestre, fluvial y marina, así como de los bosques, tierras y aguas, se lleven a cabo racionalmente, de manera que se evite su depredación y se asegure su preservación, renovación y permanencia».

Por su acción ecocida, la megaminería viola nuestra Constitución Política “en varios Artículos además de los mencionados ” y nuestros Derechos Humanos Universales por la que la queremos fuera lejos de Panamá.

El pueblo panameño de manera masiva ha expresado por diferentes medios, y de múltiples maneras, su oposición a la megaminería, tema que nos preocupa y ocupa por las repetidas violaciones a los Derechos Humanos y Constitucionales de los “malos” gobernantes arrodillados y entregados al invasor y colonial imperialismo salvaje de la megaminería trasnacional ecocida, en contubernio con gobernantes corruptos panameños.

Los Panameños siempre se han opuesto y protestan contra la imposición dictatorial de la megaminería .

El Istmo de Panamá es un territorio privilegiado con exuberantes ecosistemas, muy frágiles porque se encuentran en un estrecho Istmo,  como son los bosques primarios de altura que se encuentra en el corazón geográfico del Corredor Biológico Mesoamericano y del Atlántico Panameño (CBM) “territorio que debería estar protegido de toda depredación..”. Estos ecosistemas deberían estar totalmente protegidos pero sin embargo son invadidos por la minería.

Nuestra geografía Ístmica es privilegiada, rica en biodiversidad, pero a la vez muy frágil porque se desarrolla en esta especial estrechez territorial de tan solo 70 kilómetros donde en diferentes puntos de la cordillera central en días despejados a simple vista se puede ver el Océano Pacífico y en sentido opuesto avistamos el Océano Atlántico. Además de la maravillosa biodiversidad, desde la Cordillera central donde se encuentra el “CBM“ permite asegurar la conectividad genética y de vida entre los ecosistemas de Norteamérica y los de Suramérica a través de los distintos espacios naturales en el istmo centroamericano. El CBM es un sitio ideal para que se construyera el canal, cuyo funcionamiento requiere de agua dulce que escasea cada día más como consecuencia del ecocidio y brutal deforestación que ha ocasionado la megaminería.

La empresa minera en contubernio con nuestros malos gobernantes planean la expansión minera y con ella más deforestación y ecocidio que terminarán por secar el canal en los meses de sequía, y que en la actualidad impide el cruce de barcos de calado profundo por el canal. Además, el Canal ha sufrido una disminución del 50 % de los barcos que hace 20 años transitaban por él. Esta disminución es significativa y lo peor es que a medida que avance la deforestación y ecocidio minero, en esa misma medida se incrementará la sequía con disminución progresiva del agua dulce necesarias para las maniobras en el canal, al punto que durante la seguía, por el canal solo podrán transitar embarcaciones pequeñas, medianas, para nada los grandes panamax cargados al máximo [dimensiones máximas de un Panamax 294 m de eslora (largo) por 32.3 m de manga (ancho) y 12 m de calado] ni los Neopanamax que expande estos límites hasta 366 m de eslora por 49 m de manga y un calado de 15,2m.

Panameños en masa protestan contra la minería. Afirman que “EN PANAMÁ SIN MINERIA SE VIVE MEJOR”

Los Panameños estamos conscientes que tenemos que cuidar el agua dulce para el tránsito de los barcos en el canal y preferimos mil veces que salga la minería metálica a cielo abierto de Panamá para salvar de la sequía el Canal.

La severa tala de la selva tropical primaria de altura en Panamá con la consiguiente deforestación, acompañada de la alteración del ciclo del agua y la consecuente sequía por disminución del número de lluvias y disminución del volumen del agua en cada lluvia constituye Delitos ecológicos y de Lesa Humanidad contra los PANAMEÑOS Y CONTRA TODA LA HUMANIDAD, delitos que deben ser denunciados, castigados “Ante la Corte Penal Internacional” y prevenirlos para bien de la humanidad.

El anticonstitucional e ilegal Tratado minero nos provee de razones suficientes para luchar hasta expulsar de Panamá toda la megaminería ecocida.

Los graves daños ecológicos a nuestra biodiversidad nos enseñan que debemos Decretar para que a la brevedad el 100 por ciento de todas nuestras tierras y el 100 por ciento de nuestros mares sean decretados territorio protegido para que nunca más se vuelva a instalar ninguna megaminería en Panamá.