El legendario profesor Noam Chomsky convive con una suntuosa montaña de papeles que sepultan la mesa. No parecen papeles olvidados: da la impresión de que trabaja en todos esos documentos al mismo tiempo. Nos sentamos en una mesa redonda, al lado de su escritorio. Parece ser la de las visitas. Ésta está prácticamente desnuda, nada tiene nada encima, a excepción de un par de vasos de agua. Chomsky sonríe con una amabilidad inmensa. Nos deja claro que no tiene ninguna prisa.

Hablamos sobre los mercados y la crisis que ha convulsionado el mundo. Ya se han escrito miles de libros y un número incontable de artículos periodísticos sobre el tema, se han realizado decenas de documentales y unas cuantas buenas películas, incluso se ha llevado a escena alguna obra de teatro. Pero el debate continúa y queremos saber cuál es la visión del más célebre y crítico pensador de Estados Unidos.

«Me asombró que los economistas no pudieran verlo. Había una gran burbuja inmobiliaria. Quizá existían mil billones de dólares de dinero completamente falso. No había base. Los precios de las casas subían más allá de cualquier regla básica. Pero los economistas estaban tan cautivados con las hipótesis del mercado eficiente que no pudieron ver lo que se avecinaba. En las transcripciones de la Reserva Federal de 2007, se puede leer que los economistas dijeron que si había un problema con las viviendas, el mercado se encargaría de ello. Pero no lo hizo. Y en países como España fue mucho peor que aquí. En 2007 a España le iba muy bien. Tenía un presupuesto equilibrado. No había un gran déficit. Pero los bancos españoles se volvieron locos, aunque eso pasaba en todo el mundo por entonces. No sólo han sido los bancos españoles, también los alemanes y los prestamistas, que comparten esa responsabilidad».

Y dónde queda entonces la responsabilidad del ciudadano: ¿no vivíamos los españoles, como tantas veces se ha dicho, por encima de nuestras posibilidades? Chomsky levanta un poco la barbilla y desaprueba la afirmación que subyace en la pregunta. «No. La gente vive con lo que tiene. Si usted tiene una casa y el precio se pone por las nubes, usted va a pensar que es pudiente. A menos que investigue más allá de lo que pueden investigar los economistas o la Reserva Federal. Pero no se puede esperar eso de una persona que está trabajando ocho horas al día», argumenta.

Errores del sistema

Chomsky pone el foco en el sistema financiero internacional.«Los bancos españoles, los alemanes, los ingleses, todos participaron. Se volvieron locos. Era un disparate. Con los préstamos, las inversiones. Hubo todo tipo de euforias ante la magnificencia de los mercados. Y por supuesto llegó un momento en el que todo se estrelló. Cuando ocurre esto, lo que pasa es que se rescata a quienes lo han provocado. Se salva a los bancos y el pueblo paga cuando no es responsable. Como ya he dicho, no son sólo los bancos españoles. Estuve en Irlanda hace un par de años, y tenían un gran entusiasmo por convertirse en el país más rico del mundo. Cuando fui a Islandia pasaba lo mismo: también querían ser el lugar más rico del mundo.

En Islandia, que es casi el único sitio donde no se rescató a los bancos, obligaron a los acreedores a pagar. A los bancos no les gustó, de hecho intentaron sacar a Islandia del sistema internacional. Pero, en España o en Irlanda, los autores de la crisis han sido rescatados. Aquí también. Y ahora los que han creado esta crisis son más ricos y más poderosos que nunca. El Gobierno anunció, a través del Departamento de Justicia, que no van a juzgar a uno de los mayores bancos en el mundo, HSBC, del que se ha descubierto que estaba lavando dinero procedente de drogas y terrorismo. Usted y yo estaríamos en la cárcel para siempre. Pero, con ellos, han dicho que eso de está bien, habéis ganado, sois demasiado grande para ser juzgados. Y la gente es la que paga».

Por Marta Torres

ethic.es