Según algunos historiadores, las primeras olimpíadas griegas surgieron de la guerra y los conflictos políticos. Algo parecido a la actualidad, los juegos incluían a los ”pocos” a expensas de los ”muchos”. Sólo los atletas varones griegos, dirigentes de la élite política, y espectadores acaudalados asistían a los juegos y tenían acceso a los rituales sagrados al ofrecer sacrificios a los dioses nacionales. La mayoría de los griegos, mujeres y no ciudadanos, extranjeros, esclavos y sirvientes, estaban excluidos de los juegos.

De modo muy similar se da en los actuales Juegos Olímpicos; a excepción de que muchas de los atletas que participan son mujeres. Las familias y ciudades-Estado griegas con inmensas riquezas y recursos tenían mayores ventajas para ganar y declarar su superioridad sobre Estados más pequeños y pobres. Podían permitirse espléndidas estructuras para entrenamiento, los mejores instructores, viajes seguros, excelentes equipos, y los mejores alimentos y medicinas. Y es evidente que en la actualidad, sigue dándose mas de lo mismo; solo los países desarrollados con dominio económico y político como Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña, Alemania, Japón; por mencionar algunos; son los poseedores de todo eso, y con adición de la nueva tecnología.

El resultado es que de antemano se sabe quienes serán los poseedores de la mayoría de medallas; que para alegría de algunos y frustración de millones se dan los casos extremos, de que en un mismo evento, estos países  ganan las tres codiciadas medallas, ya que participan hasta cuatro competidores del mismo país en un mismo evento, sin dejarle ningún chance a los otros muchos países que a duras penas participan con un representante, para cada evento, y que si llegara a enfermar o a lesionar. quedara fuera de la competición, sin más, ni más.

Las Olimpíadas originales modelaron habilidades utilizadas en la batalla como boxeo, lucha y carreras. Los vencedores recibían grandes honores y premios refinados; cosa que tampoco ha cambiado, a parte de los miles de dólares en efectivo, tienen asegurada una cantidad de ingresos extras en publicidad y representando marcas de productos conocidos. En la antigüedad, los perdedores eran avergonzados, y volvían humillados a casa y en secreto. Cosa que en la actualidad por la publicidad y redes sociales es imposible.

Las ciudades-Estado griegas, utilizaban a sus atletas para recrear y difundir mitos de sus propios dioses griegos heroicos. Las Olimpíadas también expandían la cultura de los Estados y sus vínculos reforzados con la patria. Hoy en día la finalidad es la misma; aunque para muchos, el deporte es manipulado por los políticos, como una distracción y una forma de evadir los problemas de fondo que aquejan a los pueblos.

Estados imperiales, como Arcadia y Esparta, grandes, poderosos y guerreros dominaban las Olimpíadas con atletas perfeccionados y potentes por sobre Estados más pequeños y descentralizados. Otras ciudades-Estado griegas utilizaron sobornos e influencias cívicas para persuadir a los jueces. Nada que nos sorprenda amigos lectores, ya que en la historia posmoderna de los Juegos Olímpicos se han dado esas persuasiones, preferencias, mal arbitraje; y qué decir del dopaje, que recientemente los rusos nos dejaron anonadados, no porque sea algo nuevo,  sino porque el mismo gobierno ordeno y cubrió el dopaje.

Toda esta manipulación que se  ha dado, le ha dejado un sabor amargo a todos los participantes y a los millones de espectadores que nunca perdemos las esperanzas que nuestro país logre clasificar en algún evento, y quien quite, el de llegar a ganar una de las tan codiciadas medallas.

Las Olimpíadas de Río, llegaron y pasaron, a pesar del  tumulto de  problemas que van desde su crisis política, su realidad social y económica precaria, sumadas al temido Zika; y la preocupante contaminación que afecta no solo a Brasil. Para muchos de nosotros los Juegos Olímpicos son un símbolo de esperanza, de fraternidad, y que brinda la oportunidad a nuestros atletas el de sobresalir gracias a su esfuerzo, su dolor y perseverancia. Y lamentable, sin contar con el apoyo de sus gobiernos, y que en muchos casos, las federaciones corruptas se roban el dinero destinado a los diferentes programas destinados a los atletas.

En todo caso amigos lectores, tengamos presente que cuando Coubertin resucitó los Juegos Olímpicos en 1896 lo hizo pensando en varios factores motivadores: Progreso de la salud y la cultura; fortalecimiento de la educación y del carácter; entendimiento y paz en el mundo; igualdad de oportunidades; competencia justa y equitativa; e independencia del deporte como instrumento de reforma social.