La película 'Birdwatchers' refleja la lucha de los guaraníes kaiowá en Brasil. © M. Hippenmeyer

El mes pasado, Shell firmó un acuerdo valorado en 12.000 millones de dólares para producir biocombustibles de caña de azúcar con el gigante brasileño de los biocombustibles, Cosan. Sin embargo, parte de la producción de caña de azúcar de Cosan se cultiva en tierras que pertenecen legalmente a los indígenas guaraníes.

Un fiscal brasileño con poderes constitucionales para defender los derechos indígenas en los tribunales ha escrito a Shell advirtiendo de que su participación en la empresa conjunta “pone en peligro el compromiso de la empresa con la biodiversidad y la sostenibilidad”.

La película Birdwatchers llamó la atención de todo el mundo en 2008 sobre la difícil situación de los guaraníes, y una de las estrellas del film, Ambrosio Vilhalva, es de la comunidad afectada por las actividades de Cosan.

En declaraciones sobre las plantaciones de caña de azúcar que se han “comido” gran parte del territorio de su pueblo indígena, el señor Vilhava dijo hoy: “Las plantaciones de caña de azúcar están acabando con los indígenas. Nuestras tierras se hacen más y más pequeñas. Las plantaciones están matando a los indígenas”.

Este mismo mes el experto más importante de la ONU en materia de derechos indígenas publicaba un informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en el que dice que está “profundamente preocupado sobre las acusaciones de violencia contra el pueblo guaraní y el grave impacto que la agresiva política de gobiernos pasados de vender grandes extensiones de tierras ancestrales a terratenientes no-indígenas ha tenido sobre las comunidades guaraníes”. (Más Info informe de Survival a la ONU sobre la situación de los guaraníes de Mato Grosso do Sul, Brasil).

La práctica totalidad del territorio guaraní ya les ha sido arrebatada para dar paso a haciendas de ganado y plantaciones de soja y caña de azúcar. Los guaraníes sufren violentos ataques siempre que tratan de regresar a sus territorios ancestrales. Sus líderes son el objetivo frecuente de los pistoleros y docenas han sido asesinados. Este pueblo indígena registra uno de los índices de suicidio más altos del mundo, y los bebés se están muriendo de desnutrición porque los guaraníes no tienen tierra que cultivar o en la que cazar.

Fuentes internas a Survival International declararon hoy: “Shell está amenazando con agravar una de las situaciones más críticas entre los pueblos indígenas de Brasil. Ahora que la empresa sabe lo que está haciendo su socio brasileño, esperamos que no quieran estar implicados en el atroz robo de la tierra guaraní”.

Survival ha escrito a Shell acerca de las actividades de Cosan, que vulneran claramente la “Declaración de Principios Generales de Negocios” de Shell. (Más Info Código Ética Cosan y Declaración Principios Shell)

www.survival.es

The film 'Birdwatchers' highlights the plight of theGuarani Kaiowá Indians in Brazil.  © M. Hippenmeyer

Last month, Shell signed a $12 billion deal to produce biofuels from sugar cane with Brazilian biofuels giant Cosan. But some of Cosan’s sugar cane is grown on land officially recognized as belonging to Guarani Indians.

A Brazilian prosecutor with constitutional powers to defend indigenous rights in court, has written to Shell warning that its involvement in the joint venture ‘jeopardizes the company’s commitment to biodiversity and sustainability’.

The film ‘Birdwatchers’ brought the Guarani’s plight worldwide attention in 2008, and one of the film’s stars, Ambrosio Vilhalva, is from the community affected by Cosan’s activities.

Speaking of the sugar cane plantations that have swallowed much of his tribe’s lands, Mr Vilhalva said today, ‘The sugar cane plantations are finishing off the Indians. Our lands are getting smaller and smaller. The plantations are killing the Indians.’

Earlier this month, the UN’s top expert on indigenous rights published a report to the UN Human Rights Council in which he says he is ‘deeply concerned about the allegations of violence against the Guarani people and the severe impact that the aggressive policy of governments in the past to sell large tracts of traditional lands to non-indigenous farmers has had on the Guarani communities.’ (Further Info Survival´s report to the ONU)

Almost all Guarani land has already been stolen from them to make way for cattle ranches, soya plantations and sugar cane. The Guarani suffer violent attacks whenever they attempt to return to their ancestral territories. Their leaders are frequently targeted by gunmen and dozens have been assassinated. The tribe has one of the highest suicide rates in the world, and babies are dying from malnutrition because the tribe has no land to cultivate or hunt on.

Survival International’s Director, Stephen Corry, said today, ‘Shell is threatening to aggravate what is already one of the most critical situations of all Indian peoples in Brazil. Now the company knows what its Brazilian partner is up to, we hope they won’t want to be implicated in the appalling theft of the Guarani’s land.’

Survival has written to Shell about Cosan’s activities, which clearly breach Shell’s ‘Statement of General Business Principles’. (Further Info Cosan´s Code of Ethics y Shell´s General Business Principles)

www.survivalinternational.org