Pedazos de alma cubana
Leyendo un interesante artículo, publicado en un medio impreso, escrito por Leonardo Padura acerca de Cuba y su situación actual, no puedo por menos que darme por aludida.
Leyendo un interesante artículo, publicado en un medio impreso, escrito por Leonardo Padura acerca de Cuba y su situación actual, no puedo por menos que darme por aludida.
El fin del mandato de Raúl Castro como presidente de Cuba, hoy 19 de abril, representa una oportunidad histórica para revisar la situación de los derechos humanos en el país.
Los cubanos y cubanas comunes de quienes se considera que critican, aunque sea sutilmente, la vida en el país, se enfrentan a un futuro de acoso en el empleo, o de desempleo, ya que las autoridades utilizan su control sobre el mercado laboral como herramienta adicional de represión.
Como hemos visto en la primera parte, La Habana desde muy temprano comienza a adquirir gran importancia gracias a su estratégica situación y a la protección que ofrece su bahía. Si su desarrollo había sido hasta entonces de un carácter militar, el siglo XVIII hace que gracias a su apertura, al fin del monopolio español y a negocios como el azúcar o el tabaco, la ciudad se enriquezca, crezca y se embellezca.
Cuando por primera vez pisé La Habana, a pesar de que eran las cinco de la madrugada y que habíamos partido de Madrid en un vuelo con ocho horas de retraso, quede totalmente deslumbrado por la belleza de los lugares por donde el taxi, un viejo Lada, nos llevaba. Las calles a media luz, los edificios majestuosos que con sus sombras proyectadas insinuaban, más que ver, la grandiosidad de sus proporciones.
Durante los años de la postguerra europea, al final de la década de los 40,s leía a Albert Camus y pasé luego algunos períodos de tiempo en Paris donde viví la perplejidad y expectación de los jóvenes que veían su futuro lleno de pasado.
Hay una Revolución que siempre estará pendiente y es la de ganarle la batalla a la Parca. Precisamente, porque ella es la más igualitaria y la menos corruptible, en el sentido político de la palabra. Tarde o temprano vendrá a visitarnos a todos y nos convertirá en evocación.
“No seas ingenua”, “te vas a quedar con la maleta preparada”, me decían –con buena intención– amigos de todos lados.