Qué poco original sería tratar en estas líneas los problemas de la infanta Cristina. Si algo ha marcado la actualidad informativa del fin de semana, tanto en España como fuera de ella, es la declaración de Su Alteza Real en los juzgados de Palma de Mallorca como imputada dentro del ya inabarcable caso Nóos. Claro que en otros países el interés por este asunto se diluye, pero aún así el hecho, nunca común, de ver a la hija de un rey respondiendo de sus actos ante la justicia es algo que despierta la curiosidad y, por qué no admitirlo, el morbo de los pobres mortales de todo el mundo. Por ello, seguirán corriendo ríos de tinta y minutos de diarios radiados e informativos televisados.