Mandatos impartidos por ellos o por ellas en sus púlpitos subidos. Audiencias calladas esperando ser oídas, ser atendidas, ser escuchadas.
Somos todos, personas del día a día a las que el aliento nos tapona la garganta impidiéndonos mediar palabra; pero las voces siguen ahí, intentando abrirse un hueco, voces que con el tiempo no callan.
¿De verdad piensan aquellos que están en el púlpito subidos, que con sus magistrales palabras conseguirán que nuestras voces no salgan, no se oigan y mueran ahogadas?
La verdad está ahí, en el pueblo, en sus gentes, en sus gargantas.
¡Bajen de sus cielos artificialmente construidos, abran sus ojos y despierten sus oídos! El honor es el testimonio social dado por derecho a la dignidad humana. Si, la dignidad humana, eso que componemos lo que ustedes, con cierto escepticismo, su pueblo y sus gentes llaman.
Son muchas las voces que tímidamente van abriendo paso a su palabra, voces que con el tiempo no callan, voces que asustan por sus brotes de rabia.
Esquivaremos amenazas y seguiremos luchando para que ese aliento que tapona nuestro alma se libere con alas de Cóndor, volando a mayor altura y por más tiempo, manteniéndose siempre libre en zonas borrascosas y nubladas, en heladas montañas y extremados desiertos, para que así de una vez por todas se nos oiga, se nos escuche aunque sean las tímidas palabras salidas de una garganta casi ahogada.
…no és de sorprender tu redacción, ésta se bása sobre la realidad del día, de la realidad de siempre; no obstante, hay que guardar el obtimismo de que “ésas voces que no callan” se hacen de más a más presentes en la conciencia de todos.
Comentario de Chari
Hola, María Del Carmen:
Daría lo que fuese por poder expresar mis sentimientos como lo haces tú, María; de todas formas, no sé quien fué el que dijo que, cuando el que manda pierde la vergüenza, cae en la ignominia, el mandado, le pierde el respeto y, ésos que dices muy bién que desde sus púlpitos con discursos llenos de ambigüedades y eufemismos quieren convecer a un pueblo que, sin culpa alguna de la situación que vive, le hacen responsable absoluto y le vierten toda la responsabilidad, haciéndole pagar las consecuencias del o los que, realmente, la tienen.-
Creo que las gargantas se están despejando y, más pronto que tarde, el pueblo podrá respirar a pulmón suelto.
Salvador.
Creo que todo el destrozo que estan haciendo , no va a ser facil de arreglar seran necesarios muchos años para volver a tener derechos que se estan perdiendo