Según alerta la ONG, en las aguas próximas a la costa oriental de Lanzarote y Fuerteventura se dan cita más de la tercera parte de las especies de cetáceos del planeta, una de las zonas más importantes de la Unión Europea para las ballenas y los delfines, vital para la cría, alimentación o migración. Y, en este sentido, las prospecciones en busca de hidrocarburos probadas por el Gobierno podrían convertir su hogar en un campo petrolífero, amenazado para siempre por los vertidos de crudo y el ruido.

WWF se opuso desde el primer momento a las prospecciones petrolíferas en aguas canarias denunciándolas ante los tribunales españoles y la Comisión Europea por su afección hacia estas frágiles especies, estrictamente protegidas por la legislación nacional y europea.

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