De nuevo al echar la vista atrás, uno ve un año que concluye muy duro en muchos aspectos que complican la tarea de buscar la esperanza o el optimismo para afrontar un nuevo ejercicio. Sin embargo, sólo cuando nos rindamos estaremos realmente perdidos.

Si aceptamos que la economía se está recuperando como nos cuentan, no es menos cierto que la desigualdad social y las dificultades por las que atraviesan muchas familias siguen azotando con fuerza. El mundo parece envuelto en una orgía de violencia que pone en cuestión toda sensación de seguridad en cualquier parte del planeta y el futuro del mismo por culpa del calentamiento global no tiene visos de arreglarse.

Todo esto se hace aún más duro para las mujeres, que a lo anterior han de sumar el implacable goteo de muertes provocadas por la violencia machista, vestigio de un mundo cuasi feudal que algunos se resisten a abandonar, pero cuyos terribles actos no son más que la prueba de que su tiempo ha pasado, de que la igualdad es imparable, aunque quede mucho por hacer y sufra traspiés manchados con sangre inocente, y de que sólo si arrojamos la toalla, caeremos de golpe por la escalera cuyos peldaños hemos sufrido con harto dolor.

El mundo sigue siendo hostil en muchos aspectos, pero al margen de proseguir la lucha por arreglarlo, no debemos olvidar que hasta en el peor de los escenarios, las personas pueden hallar la felicidad. Ilsa y Rick lo dejaban muy claro en esa maravillosa cinta que es Casablanca, cuando en circunstancias aún peores para la raza humana (en pleno apogeo del régimen nazi y la expansión del III Reich por Europa y África) decían aquello de: “El mundo se desmorona y nosotros nos enamoramos”.

Enamorémonos. Si ya agotaron la esperanza, encomiéndense al amor para, si no pueden cambiar el mundo, al menos ser felices en él. Sólo con eso, ya habremos conseguido que otro mundo sea posible.

Y mientras tanto, disfruten de la canción de Sam, porque como dice su título, el tiempo pasará, y la felicidad que no hayamos disfrutado, se perderá en el abismo de la historia.

Sean felices, tengan esperanza, resistan y enamórense.

Feliz año nuevo.