Parece que estamos ansiosos de que termine un año y que comience luego el otro. Pero seguramente, porque tenemos esperanza de que el año nuevo que llega sea mejor, que el que se va, así parece ser cada fin de año.

En pocas oportunidades escuchamos decir, no creo que habrá otro año como este que termina. Seguramente es porque el hombre vive de la esperanza,  aunque con menos “compromiso”.

Casi nunca lo hacemos, pero debiera ser necesario y conveniente al final de cada año, antes que llegue la medianoche, reflexionar unos minutos y hacer un balance, y revisar lo que hicimos con este año que despedimos, es un año mas de vida, no deja de ser importante.

Conviene también recordar las deudas que dejaremos para el próximo año, pero hay ciertas deudas que debemos saldar antes de que se termine el año, me refiero a las que se tienen con los familiares, amigos, vecinos; las deudas y compromisos que se tienen con los demás y el mundo que nos rodea.

Todos quisiéramos, saldar cuentas con nuestro prójimo, no quisiéramos dejar deudas para el próximo año,  borrar todos los rencores, odios, resentimientos. Terminar el año bien con todos. Es necesario poder decir que no guardamos malos sentimientos hacia ningún ser humano.

Entonces salgamos antes de media noche al patio, al jardín, al balcón de la casa o simplemente miremos a través de la ventana de nuestra casa, miremos el camino que hemos recorrido este año que se nos va, y reflexionemos sobre lo que podemos ver de este ya viejo 2015.

Es probable que no hemos sabido vivir sin egoísmo, orgullo, ambición desmedida o quizá poco conscientes con lo que sucede con nuestro planeta y todos sus habitantes. Y en términos generales, será precisa una conciencia colectiva más amplia. La identidad del ser humano necesita identificación con otros seres vivos, una identidad ampliada o ecológica. De esta identificación puede nacer una intuición de solidez, fuerza y continuidad de que otro mundo es posible, para mirar el futuro.

Antes de que acabe el año, llego la hora de hacer mas compromisos con nuestro entorno natural y social; debemos comprometernos a hacer pequeñas cosas buscando soluciones, asumiendo actitudes tanto individuales como colectivas; ya que de esto depende nuestra calidad de vida y la de nuestros sucesores, así como el desarrollo de nuestro país.

Amigos lectores, el año 2016, será lo que cada uno haga con él. De cada uno de nosotros dependerá.

Que en cada año nuevo que llegue, igual que este 2016, podamos decir en paz y tranquilidad a nuestros familiares y amigos.

¡FELIZ AÑO NUEVO!