Preguntarse quién ganó el debate del lunes es como adentrarse a través del espejo de Alicia y llegar a un mundo donde los conejos llevan chistera; las eléctricas son un monopolio indecente; existen reinas de corazones en vez de repúblicas del Pueblo; los ladrones de Bankia siguen comiendo setas para crecer y las gentes setas para hacerse tan pequeños que no molesten a los padres de la Patria ni al sombrerero loco.
Preguntarse cómo salir de la actual situación significa tener muy claro a dónde queremos llegar y cuáles son nuestras perspectivas de futuro. El domingo habrá que votar, pero no esperen que yo les diga a quién. Deben ser ustedes quienes elijan. Por fortuna ya conocen lo que es el mundo de Alicia: Rebajas fiscales para todos, si usted gana 10.000€ al mes se ahorrará un buen pellizco en la renta y si gana 600€, incluidas pagas extras y despido, puede ahorrarse hasta quince euros. Claro que nuestro ejecutivo, banquero o senador no puede beneficiarse del descuento del 25% en la factura de eléctricas y usted, si todos los componentes de su familia están en paro, puede obtener bonificaciones – sólo sobre el consumo – por lo que podrá ahorrarse entre 5 o 6 euros mensuales o más si no pone la calefacción este invierno. También puede esperar la generosidad de la banca en el tema de los desahucios, están tan interesados en su problema como el gato de Alicia.
Si es tan inocente como Alicia, entenderá lo que quieren decir cuando hablan de salvar la Economía. Es cómo la película del soldado Rayan: hay que enviar un pelotón de seis o siete trabajadores para salvar el sueldo y el plan de pensiones de un solo político y a toda una compañía para salvar a un defraudador. Salvar los mercados y al Ibex 35 es primordial, hablar de mantener el estado de bienestar es revolucionario y por tanto peligroso. Y no olviden las pensiones, durante los últimos cuatro años han aumentado a costa del fondo de reservas de la Seguridad Social. Seguramente entre tres y siete euros, pero se han aumentado; aunque ahora ya no podamos tomar el té con Alicia porque el nivel adquisitivo ha bajado y ya ni nos llega para pastas de té. Y ni se les ocurra discutir sobre el rey porque hay cosas prioritarias y así seguiremos siendo siervos cuatro años más ¡por lo menos!
Dónde más puede presumir el Sombrerero es en la creación de empleo. ¡Un millón de puestos de trabajo!, que duran menos que el sueño de Alicia. Son como los naipes de la reina de corazones, un soplido del viento se los lleva por los aires. Permitidme que sonría como el gato de Cheshire, el famoso gato filósofo del cuento, cuando imagino ciertas promesas mitineras por su parecido semántico a “mintieras”; sin embargo no puedo evitar indignarme de verdad cuando el Sombrerero asegura que hay más estudiantes becados y más jóvenes trabajando.
El domingo tenemos muchas opciones, pero entiendo que se sientan confusos. No deben confundir a Tweedledum y Tweedledee, aunque parezcan iguales, en el fondo se están peleando por el mismo sonajero y la Liebre de marzo es tan de derechas como el Sombrerero. No sé, la verdad, qué aconsejarles, salvo preguntar a los trabajadores que estos días aumentan los porcentajes de continuidad gubernamental a dónde quieren llegar. A veces, en los cuentos y en las fábulas, está la respuesta.
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