Es espontánea en la flora de la península Ibérica .Siendo originaria de las costas mediterráneas, está ampliamente extendida por las diferentes culturas desde la antigüedad y comprende más de 300 especies.

El clavel es considerado por muchos como la  flor nacional de España, además de representar a la Comunidad Autónoma española de las islas Baleares.

Es una planta perenne de base leñosa que puede alcanzar una altura de entre 45 y 60 cm. La floración se produce durante casi todo el año. Normalmente  sus flores son  de fuerte fragancia y se dice que ésta es beneficiosa para el jardín, ya que aleja a insectos perjudiciales y molestos.

Las flores simples cuentan con 5 pétalos, festoneados o serrados, y varían en color desde el blanco al púrpura, pero hay variedades cultivadas de hasta 40 pétalos; el diámetro va de 6 a 9 centímetros y son bisexuales.

A partir de la forma típica se han obtenido híbridos y variedades con flores dobles, provistas de grandes corolas de diferentes colores y tonalidades. Los colores más normales son el rojo, rosado, blanco, salmón, amarillo y bicolores.

El clavel silvestre florece durante la primavera y verano, pero bajo condiciones apropiadas de cultivo puede florecer durante casi todo el año.

Usos

Si se desea regular la presión arterial, se prescribe una infusión de claveles blancos con alpiste endulzada con miel de abeja; asimismo se usan las flores para aliviar trastornos digestivos, dolor de muelas, anginas de pecho, debilidad del corazón, nervios y tos.

A finales del siglo XVIII, Vicente Cervantes refiere que las flores se tienen por cordiales y sudoríficas, usándose en las fiebres exantemáticas. Se creía que era bueno el líquido de cocción de las hojas para el cansancio de la vista (colirio).

Es una de las flores más obsequiadas en fechas especiales, siendo su esencia muy utilizada en perfumería.

Tradición, leyenda y cuento

En la tradición cristiana el clavel está asociado a la Virgen María, ya que se cree que sus lágrimas, al ver a Jesús crucificado, se convirtieron en claveles al caer al suelo.

Por otro lado, los claveles también han estado muy ligados a los espías, ya que entre sus apretados pétalos se pueden esconder notas… Se ha dicho, por ejemplo, que durante la Revolución Francesa el caballero Rougeville visitó a María Antonieta en la cárcel y dejó caer en su celda un clavel que entre sus pétalos llevaba escondido un plan de rescate, un plan que –obviamente- fracasó…

Finalmente… un cuento de los hermanos Grimm: “El hijo muy deseado de un pareja de reyes que nace con el don de que todos sus deseos se hagan realidad y luego es secuestrado (poniendo –debido al malvado sirviente- en riesgo la vida de su madre, quien es encerrada en una mazmorra cuando el traidor hace creer al rey que ha dejado que los animales salvajes devoren al niño), al crecer descubre la maldad de ese sirviente que le había criado en otra tierra y hasta le había sugerido desear una compañera para no estar tan solo.

El joven sufre en carne propia lo peor del sirviente secuestrador cuando éste le pide a la joven compañera suya que lo mate y ella no lo hace, a pesar de poder perder su propia vida por ello, descubriendo el malvado plan ante el príncipe, quien al volver a su tierra desea que la joven se convierta en clavel para llevarla consigo en el bolsillo, evitándole a la que para él es el símbolo de la inocencia, la fidelidad y el amor el dolor de la partida de su hogar y el enfrentamiento con lo desconocido en tierras lejanas.

El joven llega a su palacio, agrada al rey, su padre,  y salva a su madre, reconvirtiendo al clavel otra vez en princesa… Luego se casan, son nombrados soberanos de ese reino y viven felices siendo justos con su pueblo”. (Versión libre del cuento “El clavel” de los hermanos Grimm).