La organización explica que los babuinos necesitan una alimentación variada de frutas, hojas, hierbas, semillas, raíces, insectos y pequeños vertebrados; y en los monocultivos no se encuentra nada de esto. Por eso, “los monos sufren de desnutrición”, denuncia Salva la Selva. Y explica que “de la desesperación, muerden la corteza de los pinos de los monocultivos y chupan la resina, para absorber los oligoelementos que contiene, para compensar la falta de nutrientes que sufren”.

Por ello, las empresas madereras, principalmente Komatiland y York Timber, disparan a los babuinos “en masa”. “Existen permisos de caza para 1.040 animales más. Las empresas aseguran, que las mordidas dañan los árboles”, afirma.

Para la organización, el problema no son los babuinos, sino los monocultivos industriales de madera. “En Sudáfrica, las plantaciones industriales certificadas se extienden sobre una superficie de 1,3 millones de hectáreas. Para plantar especies exóticas de pinos y eucaliptos se destruyen los ecosistemas locales. Los animales pierden su hábitat y también las personas se ven obligadas a entregar sus tierras para dar paso a filas interminables de árboles industriales”.

Estos “desiertos verdes” no cumplen la función social y ecológica de los bosques, indica Salva la Selva. “No sólo muere la biodiversidad, también los suelos se empobrecen. Los pinos y eucaliptos causan la descomposición de la capa de humus. Así se arruinan también los recursos hídricos y se calienta el clima por la liberación de dióxido de carbono. También existe alto y recurrente peligro de incendios”.

Según informa en su página web, la población local y los defensores del medio ambiente, entre ellos la organización sudafricana Geasphere, protestan en contra de las plantaciones industriales de árboles desde hace años. Pero a pesar de ello, el sello FSC ha certificado los monocultivos de Komatiland (187.000 hectáreas) y York Timbers (94.000 hectáreas) como “manejo responsable”. Gran parte de estas plantaciones se encuentran en la provincia Mpumalanga.

La ONG ya ha presentado una reclamación ante el FSC por la muerte de los babuinos, pero hasta ahora no ha tenido respuesta.

compromisorse.com