El Convenio Marco de Naciones Unidas para Cambio Climático inauguró ayer la segunda sesión de negociación climática de 2011, en Bonn (Alemania), bajo la presión generada por el récord de emisiones de 2010 publicado la semana pasada. Según Greenpeace, las diferentes delegaciones reunidas en Bonn durante dos semanas deben optar por una de estas dos opciones: aumentar el nivel de ambición y apostar por la economía sostenible, la única posible en un futuro, o asumir la responsabilidad de situar al mundo en la senda de los peores efectos del cambio climático.
“Los récords de emisiones y los impactos del cambio climático, de los que somos testigos a diario, demuestran la urgencia de actuar. Después de los modestos avances de la cumbre de Cancún y de que en Bangkok se acordara, el pasado mes de abril, la agenda de la negociación climática para 2011, es momento de entrar en materia y de que los gobiernos de todo el mundo demuestren que su compromiso no es con la industria de los combustibles fósiles -principal escollo en la negociación climática internacional- sino con la supervivencia, salud e intereses económicos del conjunto de los ciudadanos que les han elegido” ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña Cambio climático y Energía de Greenpeace.
La organización ecologista recuerda que, según el nuevo informe publicado el pasado mes por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, según siglas en inglés), es técnicamente posible y económicamente viable avanzar hacia un sistema energético basado en las energías renovables. Greenpeace añade que no solo es posible sino urgente llevar a cabo este cambio, a la vista de los últimos datos publicados por la Agencia Internacional de la Energía que demuestran que las emisiones de CO2 no solo no están descendiendo sino que su aumento ha sido mucho más rápido de lo previsto en los últimos meses, a pesar de la crisis económica.
Esto ha generado un creciente movimiento en la Unión Europea a favor de un aumento del compromiso europeo de reducción de emisiones para 2020). En este sentido, Greenpeace recuerda que multitud de grandes empresas europeas, así como varios Gobiernos e institucione,s como la Comisión o el Parlamento Europeo, son conscientes de los beneficios climáticos y económicos de asumir un compromiso europeo de reducción de emisiones del 30%. La organización recuerda que, tras la publicación de varios informes al respecto, ha quedado demostrado que un mayor compromiso climático es, también, la mejor forma de generar empleo y riqueza en la UE y garantizar que Europa estará entre las potencias económicas mundiales a mediados de este siglo.
“Negarse a asumir mayores compromisos de la UE en la lucha contra el cambio climático es lo mismo que condenar a los ciudadanos europeos a un sistema energético y económico del siglo pasado y hacer que el sector empresarial europeo pierda el tren de la competitividad” ha concluido Vila.
El Presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, ha urgido a los Gobiernos a llegar a la COP17, que se va a celebrar a finales de este año en Durban, con el mandato de tomar decisiones precisamente en el continente en el que más claramente se aprecia la ecuación “cambio climático igual a muerte”. En el mismo sentido, Greenpeace demanda a los delegados reunidos en Bonn avances significativos, tanto en la puesta en funcionamiento de los acuerdos alcanzados en Cancún como en la discusión sobre aquellos aspectos que quedaron pendientes, entre los que se encuentra el aumento de los compromisos de reducción de emisiones y la continuidad del Protocolo de Kioto.
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