Así, el informe de Leal y Gómez alerta de las consecuencias que puede tener el cambio climático en España, tanto en los hábitos de consumo como en sectores como la agricultura, e insta a actuar para paliar esos impactos y favorecer una transición a un modelo productivo más sostenible. Los autores sostienen, asimismo, que el cambio climático tendrá un “fuerte impacto” en la vida de los españoles y obligará a replantear y reestructurar los hábitos de consumo y modos de producción en sectores como la agricultura, la ganadería, la pesca o el turismo.
Cosechas prácticamente inviables
Respecto a la agricultura, tal y como se hace eco eleconomista.es, el informe ve “preocupante” la prospectiva de los cultivos de cítricos, vides y olivos, que con escenarios de subida de cuatro o cinco grados provocarían, por ejemplo, que la vendimia fuera “prácticamente nula” en zonas del Duero, el Guadiana o Navarra.Ve probable, además, que en 2050 las plantaciones de cítricos hayan desaparecido de la Comunidad Valenciana y Murcia para trasladarse al norte a las faldas de los Pirineos o Europa Central.
Funcas señala que el sector forestal ya está sufriendo en el sur de la península una pérdida de productividad muy considerable debido al estrés climático, mientras que la escasez de agua podría provocar problemas de funcionalidad y viabilidad en numerosos destinos turísticos.
Los recursos hídricos, muy comprometidos
El estudio capitaneado por Funcas prevé también que las variaciones climáticas modifiquen los calendarios de vacaciones, mientras que la elevación del nivel del mar supondrá una amenaza a la localización actual de ciertas infraestructuras.
Dependiendo de la gravedad de los potenciales escenarios futuros y en función del ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero, el estudio defiende que podrían darse aumentos elevados de temperatura en verano, olas de calor más frecuentes e intensas, así como una menor lluvia de cantidad anual pero con concentraciones de precipitaciones que podrían dar lugar a inundaciones súbitas. Asimismo, los recursos hídricos podrían reducirse un 16% de media hasta 2050, debido a la tendencia a la baja de las precipitaciones y la mayor evapotranspiración.
Transición a un modelo productivo más sostenible
Ante esta situación de vulnerabilidad y fragilidad de nuestro país frente al cambio climático, los expertos piden que no se adopten actitudes de pánico o de negación sino que sirva para efectuar una transición a un modelo productivo de futuro, generador de empleo de calidad, con colaboración público-privada y que se fundamente en sectores de alto valor añadido basados en la investigación y la producción de conocimiento. Para ello, apuestan por contemplar la variable climática en la ecuación económica, las estrategias de reconversión industrial, la reducción de emisiones, las energías renovables o el turismo y la construcción sostenibles, entre otros aspectos.
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