"foto"Greenpeace pide a la UE que asuma un objetivo de reducción de emisiones incondicional del 30% para 2020, como primer paso hacia un objetivo de reducción del 40% de todos los países industrializados para 2020. Sin embargo, los ministros de Medio Ambiente están favoreciendo la continuidad de las políticas insuficientes mantenidas hasta el momento, tanto en las negociaciones sobre el clima como en los documentos más técnicos sobre la limitación de las emisiones de CO2 de los vehículos comerciales ligeros. En el Consejo de ministros, se debaten también hoy los planes de la Comisión Europea para llevar a cabo investigaciones más detalladas acerca de las políticas necesarias para aumentar la ambición de los objetivos de reducción de emisiones de la UE de un 20% a un 30% para 2020.

“Un objetivo de reducción de emisiones mayor para la UE daría el empuje necesario para lograr una recuperación económica y para la creación de millones de empleos verdes”, ha declarado Joris den Blaken, asesor de políticas climáticas de Greenpeace para Europa. “Debido a la recesión, alcanzar un objetivo de reducción de emisiones mayor nos saldrá más barato de lo que parecía antes de la crisis y además serviría como incentivo para nuevas inversiones verdes. El actual objetivo de reducción de emisiones de la UE del 20% aporta muy poco al empuje necesario en innovación y para que Europa sea más competitiva en el mercado global”.

Un reciente análisis independiente publicado por el grupo de investigación Ecofys ha mostrado que un aumento en el objetivo de reducción de emisiones de CO2 de la UE al 30% no conllevaría un coste añadido. En la mayor parte de los casos, el informe concluye que un incremento en la ambición de los objetivos climáticos aportaría beneficios tangibles a las economías como, por ejemplo, ahorro energético con edificios mejor aislados.

Emisiones de CO2 de los vehículos comerciales ligeros

Dentro de la agenda del Consejo, se debaten propuestas para establecer los límites  de emisiones de CO2 de los vehículos comerciales ligeros que se venden en la UE. Greenpeace considera que existe una fuerte oposición a la mejora de la eficiencia en el uso de combustible de estos vehículos por parte de los ministros procedentes de países cuyas economías dependen en gran parte de la fabricación de coches, como Alemania, Francia e Italia, tal y como ha advertido la Comisión Europea. Greenpeace cree que las emisiones de CO2 de los vehículos comerciales ligeros deberían reducirse en un 40% para 2020, en línea con las actuales obligaciones para los coches.

“Si de verdad la Presidencia Española de la UE apuesta por los vehículos eléctricos, deberá apoyar y promover la limitación ambiciosa de las emisiones de CO2 de todos los vehículos, incluidas las furgonetas. De lo contrario, proteger al sector automovilístico de estos estándares solo empeorará la situación del sector obstaculizando la innovación” ha declarado la responsable de la campaña Transporte de Greenpeace, Sara Pizzinato.

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