Un excepcional ritual indígena en la Amazonia podría desaparecer
El pueblo indígena enawene nawe de Brasil ha iniciado su excepcional ritual anual de pesca, y teme que los ochenta proyectos de presas en la cuenca del río Juruena estén destruyendo su pesca. Algunas de las presas que se planea construir están financiadas por la empresa Grupo André Maggi, uno de los mayores productores mundiales de soja.
Los enawene nawe se enfrentaban así a una escasez de alimentos catastrófica, y la empresa constructora de la presa se vio obligada a comprar tres mil kilos de pescado de piscifactoría para el pueblo indígena. En 2010 la cantidad de peces fue de nuevo muy baja.
El extraordinario ritual Yakwa de esa tribu está reconocido como parte de la herencia cultural del país por el Ministerio de Cultura de Brasil. Sin embargo, en 2009 y por primera vez el ritual no se pudo realizar, ya que los indígenas apenas encontraron peces en los ríos.
Durante el ritual Yakwa, los indígenas pasan varios meses en la selva, construyendo complejas presas de madera en los ríos para atrapar a los peces, que luego ahuman antes de llevarlos a sus comunidades en canoa.
Yakwa es una parte vital de la cultura espiritual de estos indígenas, y crucial para su dieta, ya que esta tribu no come carne roja, algo casi único. En una carta dirigida a Naciones Unidas, los enawene nawe dicen: “No queremos que las presas ensucien nuestras aguas, maten nuestros peces, invadan nuestras tierras”.
El pueblo indígena no dio su consentimiento a las presas. Han organizado bloqueos e invadido el lugar de la construcción de una presa, y han advertido de que éstas podrían causar daños irreversibles a su modo de vida.
El director de Surviva International, Stephen Corry, ha declarado: “Es una amarga ironía que a la vez que se reconoce el Yakwa como parte de la herencia cultural de Brasil, éste podría dejar de existir muy pronto. Todo el modo de vida de los enawene nawe está en peligro”.
Indígenas se enfrentan a madereros en Amazonia
Un grupo de indígenas de Perú se ha visto obligado a instalar un puesto de guardia para proteger una reserva para indígenas no contactados, después de que las autoridades ignorasen sus repetidas peticiones para que tomaran medidas.
La reserva isconahua, en la frontera entre Perú y Brasil se creó con el apoyo de la organización de indígenas amazónicos de Perú, AIDESEP, para proteger a los indígenas isconahua aislados que viven en estas selvas.
Sin embargo, la reserva ha sido invadida por madereros ilegales y los numerosos llamamientos a las autoridades no han recibido respuesta alguna. Ahora, las organizaciones indígenas locales ORAU y FECONAU se han unido para crear un puesto de guardia y proteger la reserva por sí mismos.
En Perú la tala ilegal es desenfrenada y supone una seria amenaza para la supervivencia de las aproximadamente quince comunidades indígenas no contactadas del país. Vuelos sobre la Amazonia han documentado la existencia de campamentos madereros ilegales que están obligando a los indígenas a huir hacia territorios desconocidos para ellos.
Survival International ha recogido casi 100.000 firmas para pedir al presidente Alan García de Perú que ponga fin a la tala y salvaguarde las reservas.
A principios de mes, ORAU publicó un comunicado en el que insta al Departamento de Asuntos Indígenas, INDEPA, a unirse a sus esfuerzos para proteger las reservas.
“El que organizaciones indígenas locales tengan que proteger las reservas de los indígenas aislados supone una devastadora crítica a la falta de acción gubernamental. Parece que quedarse de brazos cruzados ignorando el problema es la táctica preferida del Gobierno”, declararon fuentes internas a Survival.
Un excepcional ritual indígena en la Amazonia podría desaparecer
El pueblo indígena enawene nawe de Brasil ha iniciado su excepcional ritual anual de pesca, y teme que los ochenta proyectos de presas en la cuenca del río Juruena estén destruyendo su pesca. Algunas de las presas que se planea construir están financiadas por la empresa Grupo André Maggi, uno de los mayores productores mundiales de soja.
Los enawene nawe se enfrentaban así a una escasez de alimentos catastrófica, y la empresa constructora de la presa se vio obligada a comprar tres mil kilos de pescado de piscifactoría para el pueblo indígena. En 2010 la cantidad de peces fue de nuevo muy baja.
El extraordinario ritual Yakwa de esa tribu está reconocido como parte de la herencia cultural del país por el Ministerio de Cultura de Brasil. Sin embargo, en 2009 y por primera vez el ritual no se pudo realizar, ya que los indígenas apenas encontraron peces en los ríos.
Durante el ritual Yakwa, los indígenas pasan varios meses en la selva, construyendo complejas presas de madera en los ríos para atrapar a los peces, que luego ahuman antes de llevarlos a sus comunidades en canoa.
Yakwa es una parte vital de la cultura espiritual de estos indígenas, y crucial para su dieta, ya que esta tribu no come carne roja, algo casi único. En una carta dirigida a Naciones Unidas, los enawene nawe dicen: “No queremos que las presas ensucien nuestras aguas, maten nuestros peces, invadan nuestras tierras”.
El pueblo indígena no dio su consentimiento a las presas. Han organizado bloqueos e invadido el lugar de la construcción de una presa, y han advertido de que éstas podrían causar daños irreversibles a su modo de vida.
El director de Surviva International, Stephen Corry, ha declarado: “Es una amarga ironía que a la vez que se reconoce el Yakwa como parte de la herencia cultural de Brasil, éste podría dejar de existir muy pronto. Todo el modo de vida de los enawene nawe está en peligro”.
Indígenas se enfrentan a madereros en Amazonia
Un grupo de indígenas de Perú se ha visto obligado a instalar un puesto de guardia para proteger una reserva para indígenas no contactados, después de que las autoridades ignorasen sus repetidas peticiones para que tomaran medidas.
La reserva isconahua, en la frontera entre Perú y Brasil se creó con el apoyo de la organización de indígenas amazónicos de Perú, AIDESEP, para proteger a los indígenas isconahua aislados que viven en estas selvas.
Sin embargo, la reserva ha sido invadida por madereros ilegales y los numerosos llamamientos a las autoridades no han recibido respuesta alguna. Ahora, las organizaciones indígenas locales ORAU y FECONAU se han unido para crear un puesto de guardia y proteger la reserva por sí mismos.
En Perú la tala ilegal es desenfrenada y supone una seria amenaza para la supervivencia de las aproximadamente quince comunidades indígenas no contactadas del país. Vuelos sobre la Amazonia han documentado la existencia de campamentos madereros ilegales que están obligando a los indígenas a huir hacia territorios desconocidos para ellos.
Survival International ha recogido casi 100.000 firmas para pedir al presidente Alan García de Perú que ponga fin a la tala y salvaguarde las reservas.
A principios de mes, ORAU publicó un comunicado en el que insta al Departamento de Asuntos Indígenas, INDEPA, a unirse a sus esfuerzos para proteger las reservas.
“El que organizaciones indígenas locales tengan que proteger las reservas de los indígenas aislados supone una devastadora crítica a la falta de acción gubernamental. Parece que quedarse de brazos cruzados ignorando el problema es la táctica preferida del Gobierno”, declararon fuentes internas a Survival.
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