Un nuevo informe publicado hoy revela casos concretos en los que Shell informó incorrectamente de la causa de los vertidos, de su volumen o del alcance y la idoneidad de las medidas de limpieza.
“Shell no está siendo sincera sobre la devastación causada por sus actividades en el Delta del Níger. Estos nuevos datos muestran que las afirmaciones de Shell sobre los vertidos de petróleo no son fiables”, afirmó Audrey Gaughran, directora de Asuntos Temáticos Globales de Amnistía Internacional.
El nuevo análisis realizado por un experto independiente concluye que los informes de lo que se conoce como investigaciones oficiales sobre la causa de los vertidos de petróleo en el Delta del Níger pueden ser “muy subjetivos, engañosos y totalmente falsos.”
El informe destaca debilidades sistémicas en la forma en que se determinan la causa de los vertidos y su volumen, y la existencia de errores significativos en los volúmenes registrados como vertidos.
Las consecuencias para las comunidades afectadas son devastadoras y pueden hacer que no reciban ninguna indemnización o que ésta sea muy pequeña.
Las empresas petroleras no tienen que basar sus afirmaciones en datos completos e independientes. Los datos que sí existen permanecen bajo su férreo control.
“Shell trata de culpar a terceros basándose en informes de investigaciones que, en algunos casos, no son más que expedientes dudosos”, declaró por su parte Styvn Obodoekwe, director de Programas del CEHRD.
A petición de Amnistía Internacional y del CEHRD, el especialista independiente estadounidense en oleoductos Accufacts evaluó varios informes de investigaciones sobre vertidos de petróleo, así como las respuestas de las empresas petroleras que actúan en el Delta del Níger y de la agencia nacional nigeriana de vertidos de petróleo.
El experto encontró casos en los que la causa declarada del vertido parece atribuirse erróneamente al sabotaje. En muchos otros casos se citaba el sabotaje como la causa cuando había pocos datos o ninguno que corroborase tal afirmación.
En conjunto, Accufacts concluyó que muchos informes de investigaciones oficiales eran “técnicamente incompletos” y que otros “parecen servir a otro propósito, más basado en la política […] que en la ciencia forense sobre oleoductos.”
Las agencias reguladoras nigerianas, dotadas de recursos insuficientes, tienen poca supervisión o control sobre el proceso y dependen de las investigaciones de las propias empresas petroleras.
En un incidente concreto, un organismo regulador envió a un estudiante en prácticas como único representante para una investigación sobre un vertido de petróleo.
“Este sistema está totalmente abierto a los abusos; y los abusos se producen. No hay nadie que cuestione a las empresas petroleras y casi ningún modo de verificar de forma independiente lo que dicen. De hecho, se trata de ‘confíen en nosotros, somos las grandes petroleras’”, dijo Gaughran.
Shell ha introducido algunas mejoras en sus informes de investigaciones desde 2011, como la inclusión de imágenes de vertidos en el sitio web de la empresa. Pero sigue habiendo defectos graves, como la debilidad de las pruebas subyacentes que se esgrimen para atribuir los vertidos al sabotaje.
La información contenida en los informes de las investigaciones sobre vertidos de petróleo determina si las empresas petroleras tienen responsabilidad civil por la que deben pagar una indemnización a las comunidades afectadas.
Pese a sus graves defectos, los informes se citan como pruebas en las demandas judiciales.
Amnistía Internacional y el CEHRD hallaron pruebas de que Shell había cambiado la causa registrada oficialmente de un vertido tras una investigación.
En un caso concreto, un vídeo filmado en secreto muestra a unos directivos de Shell y a la agencia reguladora intentando socavar las pruebas convenciendo a los miembros de la comunidad del equipo de investigación para que no atribuyeran la causa a un fallo de los equipos.
Las imágenes de vídeo de una fuga de un vertido de petróleo ocurrido en Bodo en 2008, analizadas por Accufacts, muestran que Shell declaró un volumen muy inferior al volumen real del vertido.
Según el informe de la investigación oficial de Shell, en total sólo se vertieron 1.640 barriles de petróleo, pero otros datos indican que la cantidad fue como mínimo 60 veces superior.
En Nigeria se producen cientos de vertidos de petróleo al año que causan daños significativos al medio ambiente, destruyen medios de vida y ponen en grave peligro la salud humana.
Estos vertidos son causados por la corrosión, por el mantenimiento deficiente de la infraestructura petrolera y por fallos de los equipos, así como por sabotajes y robos de petróleo.
Shell ha comunicado en reiteradas ocasiones a sus inversores, clientes y medios de comunicación que detrás de la inmensa mayoría de los vertidos está el sabotaje. Pero los hechos lo desmienten.
“En lugar de estar en el banquillo de los acusados cuando hay un vertido de petróleo en Nigeria, Shell consigue actuar como juez y jurado. Son las comunidades las que sufren la cadena perpetua, con sus tierras y medios de vida destruidos por la contaminación”, añadió Gaughran.
“Shell y otras empresas petroleras citan el sabotaje y el robo en el Delta del Níger como si eso los absolviera de su responsabilidad. El Delta del Níger es el único lugar del mundo en el que las empresas reconocen descaradamente la contaminación masiva causada por sus actividades y dicen que no es culpa suya.”
“En casi cualquier otro lugar serían cuestionadas sobre por qué han hecho tan poco para prevenirlo.”
Las afirmaciones de Shell sobre la cantidad de vertidos de petróleo debidos al sabotaje y al robo son cada vez más cuestionadas. En junio de 2013, un organismo oficial neerlandés declaró que las declaraciones del gigante del petróleo se basaban en datos controvertidos e investigaciones defectuosas.
“A medida que se someten a examen las afirmaciones de Shell sobre el sabotaje y el robo, la empresa va cambiando su historia; ahora oímos más que la causa de la contaminación por petróleo es el refinado ilegal. Pero una vez más Shell está desviando un problema real a un escudo de relaciones públicas para proteger la empresa”, añadió Obodoekwe.
“El refinado ilegal causa contaminación, pero Shell no puede decir que está ocurriendo en casos concretos a menos que aporte pruebas fiables.”
Según el informe, las empresas deberían ser legalmente responsables de no adoptar medidas efectivas para proteger sus sistemas, incluido del sabotaje.
Amnistía Internacional y el CEHRD han pedido a las empresas petroleras que hagan públicos todos los informes de investigaciones, así como las fotos y vídeos asociados. Deben proporcionar pruebas verificables de la causa y de los daños en la zona afectada.
El gobierno nigeriano, por su parte, debe reforzar sustancialmente la capacidad de sus agencias reguladoras, lo que incluye dotarlas de un presupuesto mayor para sus actividades.
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