Este viernes las redes sociales, las cabeceras digitales, los teletipos de agencia, los boletines de radio y los informativos de televisión han ardido con la noticia sobre la regularización de ingresos del número tres de Podemos, Juan Carlos Monedero, mediante una declaración complementaria del IRPF de 2013, una herramienta para evitar cualquier medida contra él por un posible fraude tributario.
Desde que se ha conocido esta situación, los ataques al político de Podemos se han disparado, acusándolo de evadir impuestos y de pretender corregirlo mediante esta argucia una vez descubierto. Casi al mismo tiempo, numerosos seguidores, no todos, de la formación que dirige Pablo Iglesias han vuelto a clamar por lo que consideran una persecución mediática contra su partido iniciada con el caso de la famosa beca de Íñigo Errejón.
¿Se trata realmente de una persecución mediática contra esta nueva opción ideológica o estamos ante un caso más de falta de honradez en la política española? En mi modesta opinión, hay un poco de las dos cosas.
No quedan muchas dudas del extremo rigor con que determinados medios de comunicación, amén de las hasta ahora fuerzas políticas hegemónicas, han mirado cada movimiento de Podemos y de sus líderes, algunas veces rozando hasta el ridículo. En este contexto, no es de extrañar que Juan Carlos Monedero haya sido víctima de una lapidación pública cebada por la campaña de descrédito institucionalizada contra Podemos, pero eso no resta gravedad a la noticia conocida este viernes. Y es que aunque lo que haya hecho el señor Monedero pueda ser perfectamente legal, si lo es, no deja de ser moralmente reprobable, más en el caso de alguien que ha entrado en política, se supone, para limpiar España de corruptos y de oligarcas de la casta. La mujer del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo, y en este caso, me temo que algo huele bastante mal en casa de Calpurnia.
Además, todo esto puede llevar a otra duda, ¿se hubiera producido esta regularización vía declaración complementaria de no haber metido la prensa sus narices? ¿O hubieran permanecido esos ingresos ajenos al fisco? No lo sé, la verdad, pero la sola existencia de las dudas, ya es una afrenta para el ideal de regeneración democrática que pregona Podemos.
LA CARADURA DE PP Y PSOE
Por supuesto, en este circo que es la política española, no han tardado en salir a hacer leña del árbol caído los impresentables representantes del PP y el PSOE, clamando contra la desfachatez de Monedero como si sus partidos fueran ejemplos de honradez y transparencia. ¿Cómo se atreve la vicepresidenta del Gobierno a acusar a Monedero de dañar la sanidad pública con su evasión, cuando el Cuerpo Nacional de Policía tuvo que allanar la sede de su partido por realizar pagos millonarios en dinero negro? ¿Cómo es posible que el portavoz parlamentario del PSOE se permita el lujo de hablar del “Bárcenas de Podemos” mientras en Andalucía se ha producido un desfalco institucionalizado de dinero de los ERE para repartir entre amiguetes? ¿Qué derecho tiene el ministro de Hacienda a utilizar información interna de la Agencia Tributaria a su favor en este caso mientras mira para otro lado en los interminables escándalos del Partido Popular?
Dicen que no pueden aceptar lecciones éticas de Podemos, pero parece que no las aceptan de nadie, por eso se lanzan al cuello de cualquiera que pretenda destronarlos y abogar por la regeneración, buceando en su basura hasta hundirlo. A estos tumores de la política española que militan en el PP o el PSOE no les importa una mierda la corrupción o la limpieza de la política, sólo buscan carnaza con la que acabar con cualquier amenaza y seguir con su bochornoso turnismo pactado que tanto daño está haciendo a España. Y por desgracia, la gran alternativa a esta caterva de indeseables les ha dado el mejor de los regalos con una actitud tan reprobable como la del señor Monedero, que no ha estado a la altura de su responsabilidad histórica y que se ha escondido tras las consignas más populistas para evitar dar explicaciones de algo por lo que debería irse inmediatamente a su casa.
MONEDERO GO HOME
Monedero no es todo Podemos, como tampoco los corruptos del PP son todo el PP, ni los del PSOE todo el PSOE, aunque en el caso de estos dos últimos puedan surgir más dudas. Ya son muchas las voces que claman en Podemos por la renuncia o, en su caso, la expulsión de Juan Carlos Monedero. Sería lo más sensato si quieren ser tomados como una alternativa real de gobierno y no como una mera alternativa para el desfalco de los españoles. Hace tiempo, el veterano periodista Luis del Olmo definió a Podemos, a mi juicio con acierto, como la última esperanza para España. En sus manos está que eso sea así o que la enorme desilusión que genere termine de matar la maltrecha democracia española.
Señor Monedero, señor Iglesias, tic, tac, tic, tac. El tiempo corre. Actúen.
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