La Cumbre sobre la Acción Climática 2019 se convocó por el Secretario General de las Naciones Unidas, y tendrá lugar el próximo día 23 de septiembre en Nueva York.

Todo dependerá de la capacidad que tengamos los seres humanos para dejar de ser espectadores impasibles e irresponsables a ser actores, a demostrar con nuestro comportamiento cotidiano que somos conscientes del desastre que supondría para nuestros descendientes seguir mirando hacia otro lado.

No es el Presidente Trump ni son los mandamases de los grandes consorcios globales, ni los billonarios de la mano opaca los que deben seguir en el timón de la gobernanza mundial.  Somos, por primera vez en la historia, “Nosotros, los pueblos” como expresa la primera frase de la Carta de las Naciones Unidas. Ahora ya podemos manifestarnos libremente, ya tenemos voz. Ahora ya somos mujer y hombre, ya hemos comprendido la igual dignidad de todos los seres humanos, sea cual sea su género, su etnia, su ideología, su creencia…

Ahora ya  no podemos seguir dependiendo de gobernantes amilanados, cuando debemos hacer frente a amenazas globales potencialmente irreversibles.

Ahora son, por fin, “los pueblos”, en los que la mujer y la juventud tendrán un papel relevante, quienes  llevarán a cabo, una inflexión tanto tiempo  imposibilitada por el poder absoluto masculino. Ahora, por fin, grandes clamores populares, presenciales y en el ciberespacio, para decirle al “gran dominio” (militar, energético, financiero, mediático) que el tiempo del silencio y la sumisión ha concluido,  que no habrá más poder que la voluntad de la gente amenazada y comprometida, reforzando y poniendo a punto el Sistema de Naciones Unidas para el pleno ejercicio de un multilateralismo democrático a escala planetaria.

Esta es la solución en los presentes albores de siglo y de milenio tan sombríos, que pueden todavía esclarecerse si, en poco tiempo, la humanidad es capaz de inventar un futuro distinto al que procuran los grupos plutocráticos neoliberales (G7, G8, G20) y quienes, olvidando lecciones de la historia que deberían de ser inolvidables, promueven el supremacismo, el racismo, el dogmatismo, el fanatismo…

Atentos, pues, a las conclusiones de la Cumbre Climática. Atentos a las Naciones Unidas. Es tiempo de acción.