No conocía a su director, Bong Joon-ho, pero si de algo estoy segura es que desde hoy le seguiré la pista. Al menos en esta película me ha parecido una mezcla curiosa y perfecta entre Alex de la Iglesia por su estética y brutalidad, y Ken Loach por su realista denuncia social.

Se trata de una magnífica fábula sobre la extrema brecha y falta de empatía que existe entre clases sociales en tantos países del mundo, en este caso en Korea del Sur. Desarrolla con inteligencia la picaresca de los más olvidados, de los más pobres de los pobres para sobrevivir y la hipocresía de los más favorecidos perdidos en su inutilidad y superioridad. ¿Quiénes son los parásitos realmente?, te preguntas durante el metraje. Mi conclusión, todos ellos, fagocitándose mutuamente en una sociedad enferma.

Hay drama, comedia, thriller, terror, lo tiene todo. Hay tantas vueltas de tuerca inesperadas en el guion que la convierte en un film inclasificable, y ahí mismo reside su originalidad. Imágenes impactantes, con significado profundo y escenas maravillosas desde el inicio con esa búsqueda del internet por toda la casa hasta el final apoteósico y demoledor.

Sobre todo, te rompe el corazón a pesar de las sonrisas.

¡RECOMENDABILİIIIIIIIIIIIISIMA!