Las amenazas que se ciernen sobre los Bosques Primarios tienen distintas causas que afectan de manera diferente a los tipos de bosques y regiones del mundo y varían también con el estado de desarrollo socioeconómico de los países.
Las cifras de la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO) son rotundas en lo referente a la deforestación: a nivel mundial, se han convertido a otros usos o se han perdido 13 millones de hectáreas de bosques anuales entre 2000 y 2010.

En este decenio, la FAO considera que habrá un incremento de cobertura forestal porque se tiene en cuenta las plantaciones. Durante 2005-2010, la superficie de bosques plantados aumentó en aproximadamente 5 millones de hectáreas por año. Sin embargo, los bosques secundarios y las plantaciones que sustituyen a la cubierta original son muy diferentes a los bosques primarios: una plantación no es un bosque.

Datos y cifras (Informe Evaluación de los recursos forestales mundiales, FRA 2010).

  • Los bosques primarios constituyen un 36 % de la superficie forestal total pero han disminuido en más de 40 millones de hectáreas desde el año 2000.
  • Los bosques representan uno de los principales sumideros mundiales de carbono.
  • Almacenan unas 289 gigatoneladas (Gton) de carbono en árboles y otra vegetación.
  • A nivel mundial, se estima que las reservas de carbono en la biomasa forestal descendieron en 0,5 Gton al año en el período 2000-2010, principalmente debido a la reducción de la superficie forestal total.

 

Deforestación

Según la ONU, la superficie de los bosques primarios del planeta ha disminuido en más de 40 millones de hectáreas, un área equiparable al tamaño de Alemania y Dinamarca juntas, desde 2000. Para luchar contra el cambio climático es necesario poner fin a la deforestación mundial antes de 2020. 

En España no quedan bosques primarios. Aunque todavía existen pequeñas superficies de bosque intacto en zonas del Pirineo o la Cordillera Cantábrica, estos reductos son demasiado pequeños para ser considerados bosques primarios.

Existen múltiples causas de la deforestación. Desde la agricultura de los pequeños agricultores (con uso del fuego) hasta las políticas de las instituciones económicas internacionales como el Banco Mundial, pasando por la falta de gobernanza de los gobiernos y las actividades de las grandes empresas y terratenientes.

En prácticamente todas las regiones del planeta, la expansión de la frontera agrícola es una causa de la disminución de bosques, sea para cultivar (soja, caña de azúcar, palma de aceite, etc.) o sembrar pasto (para la obtención de carne y cuero). La extracción comercial de madera desempeñaba un papel importante, sobre todo en los primeros momentos, y afecta primeramente a bosques primarios con riqueza en especies de madera comerciales. Y la actividad maderera se realiza muy frecuentemente de manera ilegal (tala ilegal) en gran parte de las zonas tropicales.

La expansión de la ganadería, tanto para consumo interno como para la exportación, es importante en América Latina, pero no tanto en regiones como Asia o África. Sin embargo en África la recolección de leña es clave, siendo la biomasa forestal el principal combustible en este continente.

La minería, especialmente la búsqueda y explotación de petróleo, la construcción de infraestructuras, etc. provocan deforestación.

La pobreza contribuye a la deforestación. Sequías, procesos de desertificación, conflictos bélicos, etc. producen movimientos de población hacia zonas forestales, incrementando la presión sobre los recursos forestales.

Si la deforestación es la combinación de diversos factores, esto implica también que no hay ninguna única solución válida para combatirla.

Tala ilegal y madera de conflictos

La tala ilegal es uno de los problemas más graves que afectan a los bosques primarios, no sólo en las zonas tropicales (Amazonia, Cuenca del Congo, Sureste Asiático), también en regiones boreales (Rusia) y de países exportadores (China, Finlandia, Suecia) que son a su vez compradores de madera talada de manera ilegal en regiones vecinas.

Greenpeace lleva trabajando diez años para eliminar la presencia de madera de origen ilegal en la Unión Europea (UE), el mayor mercado de productos forestales del mundo.
La madera principalmente procede de países con problemas de gobernanza donde se da: incumplimiento de leyes, falsificación de documentos y blanqueo de madera, robo de tierras, tala en tierras públicas y tramitación de madera ilegal procedente de la deforestación. Incluso algunas madereras han sido incluso acusadas de estar involucradas en violencia e intimidación, incluyendo amenazas de muerte y corrupción.

El 7 de julio de 2010, el Parlamento Europeo aprobó una ley que prohíbe la presencia de madera de origen ilegal en la Unión Europea (UE). Esta ley evitará la competencia desleal de los que operaban con madera obtenida fraudulentamente y de manera más barata en los países productores. Se establecerán requerimientos a las empresas para verificar la trazabilidad completa de los productos forestales, y se multará a los infractores. Es un paso importante, pero Greenpeace sigue trabajando para mejorar el texto y para que se aplique correctamente.

Madera de la guerra, madera de conflicto. La madera procedente de regímenes dictatoriales, fuerzas de ocupación o facciones rebeldes en países en conflicto, como Colombia, Birmania (Myarmar), Liberia o República Democrática del Congo, es considerada madera de la guerra.
Por ejemplo, en el sureste asiático, de donde proceden la mayor parte de los muebles de teca que se venden en España, la depredación de los recursos forestales, la corrupción política, la tala ilegal y la deforestación dominan el sector forestal. En el caso de la teca procedente de la antigua Birmania (hoy Myarmar), la dictadura militar utiliza la madera como moneda de cambio para armarse y mantenerse en el poder.

“Made in China”.

China es, en estos momentos, el mayor importador mundial de madera tropical; la mitad de los árboles tropicales talados en el Planeta acaban en China.  Gran parte de esta madera procede de Indonesia y Papúa Nueva Guinea, donde el porcentaje de talas ilegales sobre el total se sitúa entre el 76% y el 90%.

Tras las importaciones de madera, ésta se procesa convirtiéndose en la principal productora mundial de productos madereros, los “Made in China” para satisfacer la demanda de EE.UU, Japón o Europa.

greenpeace.org