Cada ciudadano en España ‘produce’ unos 535 kilogramos de residuos al año.Son 24 millones de toneladas al año en el Estado español, que van a parar a los cerca de 200 vertederos legales que existen y a los cientos y miles de otros basureros ilegales dispersos por la geografía. El informe Un yacimiento en la basura, realizado por Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra, dos de las asociaciones que más saben sobre residuos y forman parte de la Plataforma Retorna, viene a denunciar que el 70% de estos residuos se entierra sin más, desperdiciando millones de toneladas de materias primas que tendrían que ser recicladas para una segunda vida.

Nuestro intento por descubrir la realidad de los vertederos se ha topado con un muro de silencio. Las instalaciones que gestionan nuestras basuras sólo ofrecen datos fríos y contradictorios, siempre positivos para sus intereses. Ningún organismo controla las estadísticas y las administraciones las dan por buenas y las envían a Bruselas. La falta de cifras contrastadas y su dispersión podrían ser la causa de que desde 2006 no haya un informe sobre los vertederos como éste. Una gran burbuja de la basura está a punto de estallar.

El 12% de los vertederos españoles han sido apercibidos por unas u otras causas por Bruselas desde 2008. Imposible saber qué pasa con esas denuncias que podrían terminar en sanciones contra España. Retorna se ha dirigido a la CE para conocer al detalle estas denuncias y su tramitación, pero tampoco ha obtenido respuestas concretas. Al respecto de las denuncias, Daniel López, experto en residuos de Ecologistas en Acción, aclara: “No están siendo eficaces para erradicar la práctica del vertido rampante, porque la Administración española consiente y ampara la pervivencia de los vertederos, siempre condicionada a futuras ‘medidas correctoras’ que no llegan nunca”.

El gran negocio de la recogida de basuras y gestión de los residuos mueve al año 4.500 millones de euros. Si se le suma la limpieza urbana, la cifra asciende a 5.150 millones de euros. Detrás de estos grandes contratos que se firman por una o dos décadas existen casos de corrupción ya en los tribunales. El otro negocio es el de la incineración. Quemar para no ver. El sector quiere doblar el número de incineradoras existentes para quemar en el año 2020 casi ocho millones de toneladas. Pero la incineración produce contaminación y dispersa sustancias peligrosas. Además quema materias primas de gran valor, a las que sólo saca el rendimiento de unos pocos kilovatios. Y tras incinerar, el 30% de los residuos se convierten en cenizas que hay que tratar como peligrosas.

En el marco de esta opacidad en los datos sobre recogida y reciclaje de residuos en España, Amigos de la Tierra y la Fundació per a la Prevenció de Residus i el Consum Responsable decidieron examinar el contenido de las basuras de cuatro zonas españolas; Canarias, Baleares, Navarra y Barcelona. Ramón Sans, catedrático experto en residuos de la Universidad Politécnica de Cataluña, ha realizado un minucioso estudio de caracterización que corrobora los datos que se vienen denunciando ampliamente: la recogida de los envases de bebidas, que son recursos de gran valor y los envases más consumidos en nuestro país, es insostenible.

En el mejor de los casos, esta recogida llega al 40% (en Cataluña que es donde mejor se gestionan los residuos) pero en el peor, que además coincide con las zonas de más consumo y mayor visibilidad internacional (Baleares o Canarias) no supera el 15%. Eso significa que el 85% de unos recursos valiosos, como son el aluminio, acero, vidrio y plástico PET, se desaprovechan y acaban en vertederos o incineradoras.

En resumen, Retorna apuesta por el Residuo Cero. Mientras tanto apoya los objetivos de la UE de reciclar un 50% de nuestros residuos urbanos, cerrar los vertederos y no incinerar ningún residuo que se pueda reciclar.

Las 19 asociaciones que impulsan Retorna proponen como solución a tanto desacierto: la reducción, la reutilización, el sistema de retorno de envases (SDDR) y la recogida selectiva de la materia orgánica. Con ello, conseguiremos reducir la ‘producción’ de residuos, evitaremos enviar cada día 2.000 camiones cargados de envases de un solo uso a los vertederos y destinaremos la mitad del cubo de la basura actual a producir compost de calidad, contribuyendo a invertir la tendencia a la desertificación de nuestro país.

retorna.org