La primera gran innovación se produce en áreas del campo aeroespacial, informática, clonación, nanotecnología, biotecnología… absorben astronómicos presupuestos con retos que se resuelven en invenciones que rozan algunas aportaciones de la ciencia ficción.

De la carrera espacial surgieron muchos importantes productos y técnicas muy utilizados en la actualidad como son: los pañales descartables, el tubo de crema dental, el teflón, el velcro, la pintura anticorrosión, el termómetro digital, las zapatillas con absorción de choque, el sistema de ahorro de energía de la heladera, los marcapasos, la cirugía láser, las ecografías, los anteojos con recubrimiento contra la radiación, los alimentos deshidratados, los detectores de humo, las herramientas inalámbricas o el código de barras en las etiquetas de lo que compramos en el supermercado.

La tecnología del programa espacial de la NASA produjo 1400 productos comerciales, incluida la televisión y la radio satelital, la telefonía celular, la navegación GPS, la tecnología médica avanzada como los audífonos digitales o las bombas cardíacas en miniatura, las telas resistentes al fuego, el ranurado de seguridad en las rutas, los detectores de minas o los sistemas de purificación del agua.

Es, sin duda, en el área de las comunicaciones y la microelectrónica donde la herencia espacial tuvo su mayor impacto. La globalización, nació de la era espacial. Los satélites no se limitan sólo a facilitar la comunicación. Científicos especializados en la lectura de las imágenes que captan de la Tierra y sus océanos pueden realizar predicciones meteorológicas, evaluar las cosechas, descubrir riquezas minerales o pesqueras, prevenir desastres naturales y evaluar sus daños para proveer ayuda a las zonas más necesitadas.

Los avances en medicina también deben mucho a la exploración espacial. La falta de gravedad en el espacio permite utilizar la ausencia del peso corporal para estudiar afecciones óseas, renales o cardiovasculares.

A partir de los años 60 y 70 del siglo pasado, una comunidad de expertos en informática y sistemas de redes, autodenominados hackers, acordaron utilizar cooperativamente sus habilidades para descubrir nuevas posibilidades tecnológicas. Este acuerdo hizo posible la evolución de las computadoras y el trabajo colectivo en pro de lo que ellos denominaron el software libre: programas informáticos que surgen gracias a la colaboración de diversas personas y que permite a los usuarios copiar, modificar o distribuir su contenido sin tener que pagar permisos de propiedad intelectual. En la medida que aumentó el intercambio abierto, libre y gratuito de desarrollos tecnológicos fue consolidándose una subcultura hacker basada en la apertura a la que se incorporaron conceptos como: innovación cooperativa, construcción social de la tecnología o propiedad comunitaria. Las tecnologías actuales se iniciaron en los años setenta del siglo pasado en el campo de la informática. La informática estudia lo que los programas son capaces de hacer (teoría de la computabilidad), de la eficiencia de los algoritmos que se emplean (complejidad y algorítmica), de la organización y almacenamiento de datos (estructuras de datos, bases de datos), de la comunicación entre programas, humanos y máquinas (interfaces de usuario, lenguajes de programación, procesadores de lenguajes…), entre otras cosas.

La importancia de la informática en nuestros días se debe a que está presente en nuestras vidas de forma habitual y de ella depende el avance de las nuevas tecnologías en cualquier campo. El  fruto más evidente de la informática en nuestra sociedad es mantener a las personas informadas y actualizadas, a través de una mejor comunicación.

De esta forma, durante las últimas décadas el uso creciente de ordenadores para funciones no relacionadas directamente con el cálculo científico ha introducido cambios sustanciales en las aplicaciones de la informática. La utilización de los ordenadores se ha ido extendiendo progresivamente hacia usos comerciales y gubernamentales y, en la medida en que el 90% de la información que se requiere para el desarrollo de actividades comerciales y gubernamentales se encuentra en soporte electrónico, el tratamiento automático de la información ha ido adquiriendo una importancia económica y política creciente. En este contexto, la precisión de los sistemas de tratamiento automático de la información resulta crucial, puesto que la capacidad y la rapidez de acceso automático a la información dependen justamente de la precisión de dichos sistemas. Por ello, el tratamiento automático de la información constituye, en la actualidad,una de las prioridades básicas de los programas de investigación y desarrollo tanto nacionales como a nivel internacional.

Dada la importancia económica y política de la tecnología de la información, los países más industrializados han realizado grandes inversiones, por un lado, para el desarrollo de investigación básica y, por otro, para potenciar y acelerar su reutilización en el desarrollo de tecnología y de aplicaciones comerciales.

Actualmente ninguna empresa puede funcionar sin informática, es a través de ella, todo se resuelve con mayor facilidad. El mundo está informatizado. La informática tal vez sea el área que más influenció en el devenir de la humanidad en el último cuarto del S.XX. Si hoy vivimos en la Era de la Información, esto se debe al avance tecnológico en la transmisión de datos y a las nuevas facilidades de comunicación, ambos impensables sin la evolución de computadoras y dispositivos.

Existe informática en casi todo que hacemos y en casi todos los productos que consumimos. Es muy difícil pensar en cambios, transformaciones e innovaciones en finanzas, empresas o en la educación, sin que en alguna parte del proceso la informática no esté vinculada.

En el campo de la telefonía móvil los nuevos móviles celulares producidos hoy en día por los más conocidos fabricantes, LG,  Apple o Nokia, pretenden explotar al máximo las funcionalidades como la navegación web, el correo, la reproducción de audio y video, la pantalla táctil y juegos multimedia, es decir, si se quiere un celular tan solo para hablar y mandar SMS de vez en cuando, los modelos de ùltima generación resultarán totalmente innecesarios, caso contrario de los que son adictos por los celulares ya que buscaran nuevos modelos con cada vez más aplicaciones, casi llegando a ser un pequeño computador portátil, los modelos más modernos ponen en claro que la tendencia va a seguir siendo el manejo de modo táctil.

La palabra “nanotecnología” es usada extensivamente para definir las ciencias y técnicas que se aplican al un nivel de nanoescala, esto es unas medidas extremadamente pequeñas (“nanos”) que permiten trabajar y manipular las estructuras moleculares y sus átomos. En síntesis nos llevaría a la posibilidad de fabricar materiales y máquinas a partir del reordenamiento de átomos y moléculas. El desarrollo de esta disciplina se produce a partir de las propuestas de Richard Feynman.

La nanotecnologia es el estudio, diseño, creación, síntesis, manipulación y aplicación de materiales, aparatos y sistemas funcionales a través del control de la materia a nano escala,y la explotación de fenómenos y propiedades de la materia a nano escala.

Cuando se manipula la materia a la escala tan minúscula de átomos y moléculas, demuestra fenómenos y propiedades totalmente nuevas. Por lo tanto, científicos utilizan la nanotecnología para crear materiales, aparatos y sistemas novedosos y poco costosos con propiedades únicas

Nos interesa, más que su concepto, lo que representa potencialmente dentro del conjunto de investigaciones y aplicaciones actuales cuyo propósito es crear nuevas estructuras y productos que tendrían un gran impacto en la industria, la medicina ,etc.

Esta nuevas estructuras con precisión atómica, tales como nanotubos de carbón, o pequeños instrumentos para el interior del cuerpo humano pueden introducirnos en una nueva era, tal como señala Charles Vest (ex-presidente del MIT). Los avances nanotecnológicos protagonizarían de esta forma la sociedad del conocimiento con multitud de desarrollos con una gran repercusión en su instrumentación empresarial y social.

La nanociencia está unida en gran medida desde la década de los 80 con Drexler y sus aportaciones a la “nanotecnología molecular”, esto es, la construcción de nanomáquinas hechas de átomos y que son capaces de construir ellas mismas otros componentes moleculares. Desde entonces Eric Drexler (personal webpage), se le considera uno de los mayores visionarios sobre este tema. Ya en 1986, en su libro “Engines of creation” introdujo las promesas y peligros de la manipulación molecular. Actualmente preside el Foresight Institute.

Las nanomáquinas supondrán numerosos avances para muchas industrias y nuevos materiales con propiedades extraordinarias (desarrollar materiales más fuertes que el acero pero con solamente diez por ciento el peso), nuevas aplicaciones informáticas con componentes increíblemente más rápidos o sensores moleculares capaces de detectar y destruir células cancerígenas en las partes más delicadas del cuerpo humano como el cerebro, entre otras muchas aplicaciones.

La cirujía a distancia, novedosa forma de practicar la medicina, permite a los doctores realizar cirugías en el lugar donde se encuentre el paciente, mientras que ellos están al mismo tiempo en un lugar diferente. Los investigadores están desarrollando una nueva forma de robots: los nanorobots, que son capaces de ser insertados, por ejemplo, en el abdomen de un paciente para ser controlados por cirujanos a cientos de kms de distancia.

El centro de investigación de semiconductores belga IMEC ha desarrollado un modo de poner circuitos integrados en materiales flexibles y elásticos sin perjudicar la funcionalidad del microchip. La técnica podría conducir a implantes biomédicos o dispositivos electrónicos integrados en la ropa más sofisticados.

Los dispositivos electrónicos flexibles por lo general consisten en circuitos formados por componentes individuales incrustados en un material elástico y conectados entre sí por interconexiones elásticas. Este enfoque puede crear circuitos básicos capaces, por ejemplo, de simples funciones de detección.

Jan Vanfleteren, un ingeniero eléctrico del Centro Interuniversitario de Microelectrónica de la Universidad de Gante, en Bélgica, ha desarrollado un nuevo enfoque. Se trata de “hacer más fino” un microchip de los que hay a la venta, de 725 micrómetros hasta tan sólo 30 micrómetros utilizando un proceso convencional de molienda. Según Vanfleteren, el proceso no afecta al rendimiento del microchip.

Los chips se procesan en la propia oblea de la que se cortan, se insertan dentro de un sustrato fino y, a continuación, se conectan a otros componentes insertados dentro del plástico por medio de una interconexión de cobre elástica.

Vanfleteren presentó un prototipo de microcontrolador flexible a la Electronics and System Integration Technology Conference, en Amsterdam el mes pasado. El prototipo se puede estirar más allá del 50% de su longitud (un 20% es suficiente para un dispositivo biomédico) y se puede flexionar de 10.000 a 100.000 veces antes de romperse. Incluso se puede lavar a máquina, por lo que es adecuado para la ropa. Vanfleteren afirma que los implantes médicos flexibles que contienen estos circuitos podrían, por ejemplo, realizar un seguimiento y responder a los cambios fisiológicos en lugar de tener que enviar los datos a una unidad de computación externa.

En su libro “Presa”, Michael Crichton nos señala los peligros para la sociedad de la nanociencia a través de un experimento donde la computación, nuevos artefactos y las nanomáquinas desempeñan un papel decisivo que cambiarán el mundo.

Hasta la Quimica, la Medicina -nanomedicina- y los físicos tendrán que administrar nuevas invenciones que, pese a decisivos avances científicos y tecnológicos, también pueden representar un peligro a la humanidad si su uso es inadecuado.